L D (EFE) El primero en comparecer ante la comisión parlamentaria fue Antonio Pallarés, jefe de extinción del frente principal durante el sábado 16 de agosto. Pallarés dijo haber llegado a la zona dos horas después de conocer el aviso del incendio, donde vio que el fuego había recorrido diez kilómetros y una columna de humo "espeluznante", por lo que pensó que sólo cabía "salvar lo que se pudiera".
Poco después de llegar, comprendió la gravedad del incendio y que, dada su virulencia, los medios aéreos y los retenes terrestres poco podían hacer -"para qué quería veinte retenes, se me habrían quemado"-, por lo que reclamó toda la maquinaria pesada disponible y centró la estrategia en la práctica de cortafuegos.
Según dijo, la estrategia elegida fue "la mejor posible, aunque no buena, porque el resultado no fue bueno" y recibió casi todos los medios que solicitó, aunque recordó a los diputados que "las máquinas no caen del cielo, sino que van llegando poco a poco". "No estoy especialmente orgulloso de mi actuación porque se quemó demasiado, pero no pudimos hacer mucho más de lo que hicimos", confesó. "Sólo había visto un incendio así en alguna pesadilla", declaró Pallarés.
Poco después de llegar, comprendió la gravedad del incendio y que, dada su virulencia, los medios aéreos y los retenes terrestres poco podían hacer -"para qué quería veinte retenes, se me habrían quemado"-, por lo que reclamó toda la maquinaria pesada disponible y centró la estrategia en la práctica de cortafuegos.
Según dijo, la estrategia elegida fue "la mejor posible, aunque no buena, porque el resultado no fue bueno" y recibió casi todos los medios que solicitó, aunque recordó a los diputados que "las máquinas no caen del cielo, sino que van llegando poco a poco". "No estoy especialmente orgulloso de mi actuación porque se quemó demasiado, pero no pudimos hacer mucho más de lo que hicimos", confesó. "Sólo había visto un incendio así en alguna pesadilla", declaró Pallarés.
Un despliegue "sin precedentes"
José María Gaitán, quien relevó a Pallarés en la dirección de la extinción el día 17, fecha en que fallecieron los miembros del retén, detalló a los comisionados el despliegue de maquinaria pesada que, a su juicio, no tiene precedentes ni en Castilla-La Mancha ni en toda España. Al igual que el resto de los técnicos que han pasado por la comisión, indicó que pronto se apreció la gravedad del incendio y que en el frente principal sólo se podía actuar mediante las máquinas.
Explicó que, aunque el dispositivo de la provincia sólo tiene asignados dos equipos de maquinaria pesada, a las 18.00 horas del sábado ya había en la zona cuatro máquinas, que fueron seis a las 20.00 horas y 23 a las 12.00 horas del domingo 17. A su juicio, en ningún otro incendio de España se ha producido un despliegue similar de máquinas, que permitieron realizar el cortafuegos "fundamental" para controlar el fuego entre Selas y Cobeta.
Gaitán agregó que, tras haber hecho autocrítica, ha llegado a la conclusión de que "se actuó con diligencia exquisita, con rapidez y con coordinación" y de que ni en España, ni en el resto del mundo existe un dispositivo capaz de hacer frente a un incendio de similares características.
También ofreció su testimonio Alfredo Luis Chavarría, uno de los técnicos de coordinación provincial que permaneció en el COP, quien aseguró que ninguna de las personas que trabajaron en el incendio pensó que pudiese alcanzar esas dimensiones, ya que "la evolución del fuego siempre es imprevisible". El último en comparecer fue Fernando Miguel Madrid, alcalde de Corduente y coordinador comarcal de incendios de la zona de Molina de Aragón.
Críticas desde el PP
Los portavoces del PP, Ana Guarinos y José María Bris, manifestaron en la comisión que en las primeras horas sólo actuaron los medios de despacho automático y fue en la noche del domingo, cuando ya había víctimas, cuando se produjo "el punto de inflexión" y se desplegaron los efectivos que permitieron que el dispositivo empezara a funcionar correctamente.
El problema, según Ana Guarinos, radicó en que algunos jefes "se durmieron en los laureles" y algunos políticos "estaban de barbacoa", por lo que no se pudo aprovechar la oportunidad que dio el fuego en la mañana del domingo para controlarlo.
Sin embargo, el portavoz socialista, José Molina, consideró que los testimonios de los técnicos prueban que se utilizó una estrategia adecuada, que desde el comienzo se pusieron en marcha medios extraordinarios y que el incendio, pese a su virulencia, fue atajado en un "tiempo récord".