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El Gobierno francés, molesto por el tratamiento de los disturbios en la prensa extranjera

El portavoz del Gobierno francés, Jean-Francois Copé, convocó este lunes a la prensa extranjera para pedir mesura informativa y advertir de que ningún país está libre de sufrir disturbios como la que vive Francia desde el 27 de octubre. E Gobierno francés está molesto por algunos titulares y algunas imágenes que han aparecido en los medios extranjeros.

L D (EFE) "La mejor respuesta a la caricatura (que según Copé ofrecen algunos medios de comunicación extranjeros de lo que sucede en Francia) es la verdad de los hechos. Dar la imagen de un país que reacciona ante una situación de la que ningún país está exento", subrayó Copé, sin querer apuntar con el dedo a nadie. En esta rueda de prensa excepcional, Copé consideró que ciertos titulares que han parecido en medios de comunicación, como "Francia arde", "altercados musulmanes en Francia" o "los chinos son perseguidos en Francia" porque es quemado el comercio de una persona de esa nacionalidad, son excesivos y no reflejan la realidad.

También son deformantes, a su juicio, las imágenes que ciertas cadenas de televisión de información continúa ofrecen de coches ardiendo sobre un mapa de Francia con llamas por todos lados. "Ciertas imágenes deforman un poco o mucho la realidad de los hechos" y "ningún país está al abrigo de situaciones como esta, lo hemos visto en el pasado y, desgraciadamente, lo podremos ver en el futuro", insistió una y otra vez Copé a lo largo de su comparecencia durante casi una hora ante la prensa extranjera. Es el mismo mensaje que ya había tratado de transmitir el pasado jueves en "off" el ministro de Asuntos Exteriores, Philippe Douste-Blazy, en un desayuno con unos cuarenta medios de comunicación extranjeros, entre ellos EFE.

No se descarta que el propio primer ministro, Dominique de Villepin, se reúna próximamente con la prensa extranjera para abordar de nuevo la ola de violencia urbana que vive Francia y cuya intensidad comenzó a remitir el pasado miércoles coincidiendo con la entrada en vigor del estado de emergencia. Se trata de intentar paliar el efecto negativo que en el exterior están teniendo los altercados en ciertos barrios difíciles de Francia y que Copé reconoció que empiezan a tener ciertas repercusiones a medio plazo en el turismo.
 
Temor por el turismo

"No hemos constatado anulaciones significativas de turistas, salvo para las fiestas de final de año", dijo Copé, quien quiso "tranquilizar a todos y precisar que las medidas (de excepción) que hemos adoptado sólo afectan a los barrios difíciles". Explicó que la decisión del Gobierno y del presidente francés, Jacques Chirac, de resucitar la ley de 1955 sobre el estado de emergencia, adoptada en la guerra de Argelia, para tratar de resolver esta crisis obedece a un criterio de "precaución".

"Es para permitir que ciertas medidas puedan ser adoptadas por los prefectos en zonas muy concretas que las leyes normales no permite", señaló Copé, tras poner como ejemplo los toques de queda nocturnos para los menores de edad, algo -dijo- que "busca además tener un efecto psicológico en los padres". El mismo principio de "precaución" ha guiado la decisión del Gobierno de aprobar un proyecto de ley para prorrogar tres meses el estado de emergencia y que "evidentemente, se suspenderá" antes si se confirma la actual tendencia a la calma, según Copé.

Dijo que frente al problema de la integración y a la lucha contra la discriminación "no hay recetas milagro", que "se ha hecho mucho" desde los poderes públicos, pero que queda mucho por hacer y ese es "el gran desafío al que se enfrenta Francia" y otros países. Consideró que lo que ha pasado en Francia debe llevar a una "lección de humildad" y estimó que el problema de la discriminación no es tanto de un problema de orígenes sino social y económico.

Hay que luchar igualmente contra "la crisis de identidad" de las generaciones descendientes de inmigrantes, que han nacido en Francia y son de nacionalidad francesa, pero que no se sienten como tales. Por eso, las autoridades reflexionan en cómo insuflar en ellos la "idea de nación y de Francia", comentó Copé, quien descartó, por otra parte, que los actos vandálicos estén coordinados por grupos determinados a nivel nacional.

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