LD (Europa Press) El líder indigenista boliviano ha afirmado este jueves estar "muy contento" de su visita a España. El Gobierno español condonará la práctica totalidad de la deuda boliviana con España, con el objetivo de que el Ejecutivo boliviano pueda ampliar sus inversiones en Educación. Precisamente el Grupo Prisa, con cuyo presidente Jesús Polanco se entrevistó Morales, tiene una importante presencia en ese país en la edición de libros de texto Editorial Santillana.
Morales explicó que antes de su compra por el grupo Prisa, un grupo de comunicación boliviano "satanizaba totalmente a los movimientos sociales y cocaleros" e impulsaba una "campaña sucia" en su contra, situación que cambió cuando entró el grupo español. De hecho, explicó, "el grupo Prisa parecía ser el jefe de campaña del MAS (Movimiento al Socialismo) de Evo Morales". Y le puso como ejemplo de que las empresas españolas "no tienen nada que temer". Preguntado sobre su entrevista con Felipe González, dijo que era "bienvenido quien nos comparte su experiencia como ex presidente, hay una total amplitud de recoger consejos y recomendaciones".
Considera que los empresarios españoles y europeos no tendrán "nada que temer" tras su llegada al poder. Morales ha hecho estas declaraciones después de reunirse con el coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, por un lado y los secretarios generales de los sindicatos CC.OO. y UGT, José María Fidalgo y Cándido Méndez, respectivamente, por otro.
Morales indicó haber visto "respeto" por parte del Gobierno español hacia el boliviano, aunque haya reconocido que él no entienda de protocolo. El líder cocalero se excusó por esto y aseguró que Bolivia y España tienen "mucho de qué hablar". Morales, que reiteró que todavía no se cree que vaya a ser presidente de Bolivia, anunció que la primera medida que adoptará su nuevo gobierno será fijar una fecha para la Asamblea Constituyente con la que se refundará Bolivia con la participación de los indígenas para acabar con lo que llamó el Estado colonia.
Pese a haber lanzado un mensaje de tranquilidad a los inversores, insistió en que su Gobierno garantizará el derecho de los bolivianos sobre sus recursos naturales, y que se encargará de que se invierta tanto desde el Estado como desde las empresas privadas para resolver problemas sociales y apoyar a las asociaciones productoras en Bolivia con el fin de evitar la emigración masiva de ciudadanos. El líder indigenista aseguró que Bolivia "necesita socios para invertir" y consideró que permitir sólo la exportación de materias primas es seguir permitiendo los saqueos. Ha declarado que será "radical" con las empresas "contrabandistas", pero ha excluido a Repsol YPF.