LD (EFE) En su intervención en unas jornadas organizadas por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD), Malo de Molina señaló no obstante que la desaceleración de los precios de la vivienda, que cifró en cuatro puntos en 2005, permitirá corregir gradualmente la actual "sobrevaloración" de este mercado, y ayudará a contener parte del gasto familiar.
El director del Servicio de Estudios del BE recordó que el endeudamiento familiar se sitúa en el 110 por ciento de la renta bruta disponible aunque, matizó, la situación patrimonial actual de los hogares es "muy sana" y no tienen problemas de "fragilidad financiera".
En cualquier caso, valoró el "cambio de tono" del Banco Central Europeo, cuyas subidas de los tipos de interés permitirán la "necesaria desaceleración" en el consumo que requiere la economía española, que supondrá una recuperación de la tasa de ahorro y una moderación de la inversión residencial.
Insiste en la necesidad de reformar el mercado laboral
El director del Servicio de Estudios del BE recordó que el endeudamiento familiar se sitúa en el 110 por ciento de la renta bruta disponible aunque, matizó, la situación patrimonial actual de los hogares es "muy sana" y no tienen problemas de "fragilidad financiera".
En cualquier caso, valoró el "cambio de tono" del Banco Central Europeo, cuyas subidas de los tipos de interés permitirán la "necesaria desaceleración" en el consumo que requiere la economía española, que supondrá una recuperación de la tasa de ahorro y una moderación de la inversión residencial.
Insiste en la necesidad de reformar el mercado laboral
José Luis Malo de Molina insistió, por otra parte, en la necesidad de reformar cuanto antes el mercado laboral, y defendió la moderación salarial, o que los sueldos en España no crezcan de forma "tan uniforme", sino teniendo en cuenta "los requerimientos" que a cada momento tengan las empresas y los sectores. También advirtió, al referirse a la reforma fiscal, de la necesidad de seguir incentivando los planes de pensiones, por considerar que "no estamos viendo todavía reformas que aseguren plenamente la sostenibilidad" del sistema nacional, y porque es positivo que los ciudadanos constituyan estos fondos para "cubrir las contingencias en situaciones futuras".
En su análisis de la situación económica española, incidió en que uno de los principales problemas, el déficit exterior, no se debe a fenómenos "transitorios" como el precio del petróleo, sino a que "se están materializando" los efectos de la pérdida de competitividad. Asoció a este deterioro diferenciales como el de costes laborales, que en España son "diez puntos" superiores a los europeos y "veinte puntos" a los alemanes, o de la productividad, en niveles muy inferiores a los de nuestros principales competidores.