L D (EFE) Nadal fue uno de los jugadores que, junto a Andy Roddick, Marat Safin, Lleyton Hewitt y Andre Agassi, renunciaron a disputar, por distintos motivos y para enfado de los aficionados, el último torneo de la temporada 2005, dotado con 3,7 millones de dólares. Sin embargo, en Shangai guardan un gran recuerdo de la empatía del tenista español: "El año pasado, cuando se retiró, dedicó la tarde de ese día a una actividad de firma de autógrafos y atendió a unos 600 ó 700 aficionados", cuenta Yang.
La mejor garantía de los organizadores del Masters son las propias palabras de Nadal, quien afirma sentirse mejor de la elongación intercostal que se produjo la semana pasada y que le ha impedido estar en el último Masters Series del año, el París-Bercy. El interés por la presencia del español está justificado: "Nadal tiene muchos seguidores en Shanghai, sobre todo en las universidades, por su agresivo estilo de juego y su esfuerzo y sacrificio sobre la pista", cuenta Yang.
La segunda mejor raqueta del mundo sería así uno de los grandes atractivos de un torneo, que no ha cejado en el empeño de hacerse familiar al público chino, hasta hace muy pocos años ajeno a la práctica de este deporte. La organización llevó a cabo un estudio cuyos resultados muestran que el 60 por ciento de los ciudadanos de Shanghai ya conocen qué es y qué representa el torneo. La ATP anunció recientemente su interés por que el Masters regrese a Europa, meses después de prolongar el acuerdo con Shanghai para que ésta lo acoja al menos hasta la temporada de 2008.
Shangai necesita, pues, no sólo que todo marche "viento en popa", en palabras de Yang, sino que finalmente comparezcan sobre la pista recién sustituida del Qi Zhong los mejores ocho tenistas del mundo, entre ellos Rafa Nadal.
La mejor garantía de los organizadores del Masters son las propias palabras de Nadal, quien afirma sentirse mejor de la elongación intercostal que se produjo la semana pasada y que le ha impedido estar en el último Masters Series del año, el París-Bercy. El interés por la presencia del español está justificado: "Nadal tiene muchos seguidores en Shanghai, sobre todo en las universidades, por su agresivo estilo de juego y su esfuerzo y sacrificio sobre la pista", cuenta Yang.
La segunda mejor raqueta del mundo sería así uno de los grandes atractivos de un torneo, que no ha cejado en el empeño de hacerse familiar al público chino, hasta hace muy pocos años ajeno a la práctica de este deporte. La organización llevó a cabo un estudio cuyos resultados muestran que el 60 por ciento de los ciudadanos de Shanghai ya conocen qué es y qué representa el torneo. La ATP anunció recientemente su interés por que el Masters regrese a Europa, meses después de prolongar el acuerdo con Shanghai para que ésta lo acoja al menos hasta la temporada de 2008.
Shangai necesita, pues, no sólo que todo marche "viento en popa", en palabras de Yang, sino que finalmente comparezcan sobre la pista recién sustituida del Qi Zhong los mejores ocho tenistas del mundo, entre ellos Rafa Nadal.