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Nadal y Robredo se estrenan en la Copa Masters con sendas derrotas ante Blake y Davydenko

Las derrotas encajadas por los españoles Rafael Nadal y Tommy Robredo en su estreno en la Copa Masters de Shangai ante el estadounidense James Blake y el ruso Nikolay Davydenko, respectivamente, ha determinado que ambos se la jugarán el miércoles en un duelo fratricida para seguir aspirando a estar en las semifinales. El número dos del mundo ha perdido por 6-4 y 7-6 (7-0), mientras que Robredo lo ha hecho por 7-6 (10-8), 3-6 y 6-1, ambos en partidos correspondientes al Grupo Oro.

Las derrotas encajadas por los españoles Rafael Nadal y Tommy Robredo en su estreno en la Copa Masters de Shangai ante el estadounidense James Blake y el ruso Nikolay Davydenko, respectivamente, ha determinado que ambos se la jugarán el miércoles en un duelo fratricida para seguir aspirando a estar en las semifinales. El número dos del mundo ha perdido por 6-4 y 7-6 (7-0), mientras que Robredo lo ha hecho por 7-6 (10-8), 3-6 y 6-1, ambos en partidos correspondientes al Grupo Oro.
L D (EFE) Que a Nadal se le atraganta Blake es un hecho consumado. El mallorquín nunca tuvo más cerca una victoria contra el neoyorquino como en esta ocasión, pero no supo aprovechar sus oportunidades, y el que fuera considerado como el atleta más sexy vivo por la revista 'People' ha pasado a engrosar la lista de 'bestias negras' del español, con el checo Tomas Berdych y el australiano Lleyton Hewitt. Todos ellos han ganado ya tres veces al bicampeón de Roland Garros.

Blake jugó con descomunales zarpazos con los que asedió al español cada vez que restó, sometiéndole a un marcaje brutal. Pero el saque de Nadal, con un 51 por ciento de puntos ganados con el primer servicio, bajísimo, también colaboró lo suyo. La falta de actividad desde que perdió contra Berdych en los cuartos de final del Masters Series de Madrid, debido a la lesión en los abdominales, la notó Nadal en exceso.

Al de Manacor le falta ritmo de competición y ha perdido la eficacia que exhibió con su saque en el Telefónica Arena, contra el estadounidense Mardy Fish y el alemán Tommy Haas, donde puso en práctica los nuevos apuntes que su entorno técnico le están diseñando para la próxima temporada. Estas dos condiciones se pusieron en evidencia dos veces durante el partido. La primera ocasión en el set inicial, cuando Nadal lideró 4-3 y con servicio a favor. Entonces salvó tres puntos de ruptura y llegó a igualar, justo después de que el juez de silla sueco Mohamed Lahyani le diera una advertencia por abuso de tiempo al sacar. La siguiente ventaja de Blake se convirtió en juego y empate (4-4). Ocasión perdida porque el neoyorquino ganó los tres últimos juegos seguidos.

Nadal no se rindió. Podía haberlo hecho porque en los anteriores dos duelos con Blake sólo ha podido ganarle un set. Pero en un arranque espectacular, Rafa recobró el toque, controló más y mejor las avalanchas de su rival y se colocó con un 4-0 esperanzador, permitiendo que Blake sólo ganara cuatro puntos en ese tránsito. Todo parecía controlado, pero el estadounidense sabe utilizar sus armas a la perfección. No bajó los brazos, soltó más su derecha, recta e hiriente, y, poco a poco, la moral de Nadal se resquebrajó porque su rival se apuntó los cuatro siguientes para igualar 4-4.

El problema de Nadal es que de nuevo volvió a fallar cuando después de quebrar a Blake y situarse con 5-4 y saque no supo definir, algo infrecuente en él. Estuvo a sólo dos puntos de ganar el set, pero se entregó a un Blake que aceptó la ofrenda y se hizo con los tres últimos juegos. En el desempate, la lividez del servicio de Nadal se demostró una vez más, ya que no fue de ganar ni un solo punto con su servicio y cometió su tercera doble falta en el sexto, para ceder entero este parcial en blanco.
 
Davydenko, la 'bestia negra' de Robredo

Para Robredo ganar a Davydenko también era un reto. En París hace dos semanas, donde el ruso ganó su quinto título este año, le venció en semifinales en tres sets. Este lunes se ha repetido la historia, aunque el de Hostalric pudo ganar el primero, en el que se puso por delante con ruptura 2-0 y dispuso de tres puntos de set en el desempate. Pero el ruso está hecho de una pasta especial. Es capaz de correr y soportar toda la presión que le echen y, además, contragolpear a las líneas con precisión. Y así, tras salvar las ocasiones amortizó la segunda suya para apuntarse el parcial en 73 minutos.

Ese desgaste no pasó factura al de Hostalric, que en un alarde de concentración se llevó la segunda en 41 minutos, demostrando el por qué ha sido capaz de situarse este año entre los ocho mejores. No obstante, la fortaleza de Nikolay Davydenko se puso en evidencia en el tercer parcial, tal y como sucedió en París. Más rápido, más despejado y sin bajar la guardia, el ruso ganó los últimos cinco juegos consecutivos con precisión.

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