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Henry Lamb

Los socialistas quieren un gobierno mundial

Al concluir su congreso global número 22 en Sao Paulo el 29 de octubre, la Internacional Socialista exigió la instrumentación de una “gobernanza” mundial y justa, un programa que parece copiado de las recomendaciones de la Comisión para una Gobernanza Mundial, patrocinada en 1995 por las Naciones Unidas.
 
La Internacional Socialista quiere que se amplíe el Consejo de Seguridad de la ONU y se establezcan nuevos organismos: un Consejo de Seguridad Económica, una Organización Ambiental Mundial y los mecanismos necesarios para poder alcanzar un “desarrollo sostenible” alrededor del mundo.
 
Este nuevo documento deja muy clara la coincidencia de los planes de la Internacional Socialista con los de las Naciones Unidas. Los intentos anteriores de evitar la etiqueta socialista en la ONU han sido abandonados y ambas instituciones buscan públicamente lograr un gobierno mundial.
 
Aunque el nuevo documento no menciona a la administración Bush, denuncia los obstáculos al nuevo orden mundial aspirado por los socialistas. El artículo 3 de la Declaración de Sao Paulo dice: “Los neoconservadores están intentando explotar la situación para desmantelar todas las formas de gobernanza global, minimizar el papel de las Naciones Unidas, menoscabar las instituciones multilaterales, fomentar el unilateralismo y la consagración del mercado, e imponer la voluntad de los poderosos para decidir el futuro de la humanidad”.
 
El ex primer ministro socialista de Portugal, Antonio Guterres, reelecto presidente de la Internacional Socialista, declaró que “la administración Bush está bloqueando los esfuerzos para establecer un nuevo orden mundial”. Los socialistas buscan con especial ardor la creación de un consejo que “coordine” el desarrollo sostenible a escala mundial y, también, la implementación del Protocolo de Kyoto.
 
En su declaración exigen “el establecimiento de un Consejo de Economía, Sociedad y Medio Ambiente de las Naciones Unidas –de hecho, un Consejo para el Desarrollo Sostenible– que coordinaría el desarrollo sostenible a escala global, adelantaría respuestas efectivas a la desigualdad y a la volatilidad financiera y promovería el crecimiento económico y la expansión del empleo. Este Consejo, con una composición mucho más representativa que el actual Consejo de Seguridad, debería estar capacitado para tomar las principales decisiones con respecto a la coordinación de las organizaciones multilaterales en las áreas financiera, económica, social y medioambiental. Este Consejo sostendría reuniones en diferentes niveles, incluyendo cumbres anuales de los jefes de estado y de gobierno junto con los gerentes de más alto nivel de las agencias y organizaciones internacionales”.
 
La Internacional Socialista piensa que no se puede posponer más la reforma de la ONU, lo cual considera esencial para conseguir una paz duradera. Dicen que la ONU lograría confrontar los nuevos retos al convertir al Consejo de Seguridad en un organismo más representativo, democrático y sensible. Insisten en eliminar la designación de miembros permanentes del Consejo de Seguridad y también su poder de veto.
 
En abierto apoyo al modelo socialista de la economía y en franca oposición al modelo de libre mercado, el documento de la Internacional Socialista declara que “El principio del servicio público no puede sacrificarse a la consagración del mercado. También deben adaptarse los sistemas tributarios para fomentar mejores servicios públicos y debe crearse un nuevo impuesto global para financiar los bienes públicos globales”.
 
Es importante destacar que varios de los partidos políticos más importantes de América Latina son miembros de la Internacional Socialista. Entre ellos: PDT de Brasil, PDR de México, APRA del Perú, MIR de Bolivia, Partido Socialista de Chile y de Uruguay, Partido Liberal Colombiano, Acción Democrática de Venezuela, Frente Sandinista de Nicaragua, etc.
 
En Sao Paulo se dejó claro que el “cambio social” al que aspiran los socialistas y la manera de lograrlo coinciden punto por punto con las recomendaciones y planes de las Naciones Unidas.
 
Henry Lamb es vicepresidente ejecutivo del Environmental Conservation Organization.
 
© AIPE

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