Como era de prever el agente de Robinho acaba de declarar inválido el acuerdo al que en su día se llegó con el Benfica. Wagner Ribeiro, sabedor de que tiene un auténtico filón en el bolsillo, ha manifestado que aquella oferta sería válida únicamente en caso de que el Santos hubiera querido vender al jugador: "como el club no aceptó la propuesta portuguesa, ese acuerdo se convirtió en polvo". Ribeiro sabe mejor que nadie que el precio de mercado de Robinho es muy superior a esos diez millones de euros ofrecidos en su día por el Benfica y se huele también que la ascensión de Arrigo Sacchi —un enamorado desde hace tiempo del futbolista— a los altares del madridismo va a acelerar la operación de cara al próximo mes de junio de 2005. Robinho quiere jugar en Europa, pero desprecia la oferta del Benfica... Blanco y en botella, leche. A Sacchi le toca recomendar y a Emilio Butragueño negociar, aunque está claro que un futbolista como ese resulta tan atractivo para Florentino Pérez como para Roman Abramovich, su máximo rival.
Aunque Sacchi rehuyó zambullirse en el agua durante su primera rueda de prensa, lo cierto es que esa cabecita ha empezado ya a darle vueltas a la situación por la que atraviesa el equipo. Robinho, si es que finalmente se viste de blanco, será un magnífico golpe de efecto para la próxima temporada, pero lo que le han pedido a Sacchi son soluciones de urgencia para impedir la debacle que supondría que el equipo se quedara fuera de la próxima Liga Europea de Campeones. El italiano pretende incorporar cuanto antes un medio centro, y vuelve a manejarse con insistencia el nombre del argentino Mascherano.