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Juan Manuel Rodríguez

¿Qué hacer con Oleguer?

Anteriormente, por otras manifestaciones suyas, no había quedado demasiado claro si este chaval era nacionalista, independentista, nihilista, bohemio por horas, conductor de camión o qué...

Este no es mi Luis Aragonés, que me lo han cambiado. Es posible que quedara exhausto, rendido tras la absurda polémica del racismo, -finiquitada con torería este viernes, cuando afirmó que a él también le gritaban "¡mono!" desde la grada y no pasaba nada- y evitó entrar en el fondo de la cuestión, que no era otro que el del defensa barcelonista Oleguer Presas. A este chico le hacían el otro día una entrevista los compañeros de "El Mundo Deportivo" y, preguntado por la posibilidad de que fuera convocado para jugar con España, lo cierto es que Oleguer no dio precisamente un grito de alegría, ni se abrazó llorando al periodista, ni empezó a contar las horas que quedaban hasta que Luis desvelase al fin los nombres de los veintidós agraciados. Nada de eso, más bien al contrario.
 
Anteriormente, por otras manifestaciones suyas, no había quedado demasiado claro si este chaval era nacionalista, independentista, nihilista, bohemio por horas, conductor de camión o qué... Hay que reconocer que Oleguer está haciendo una fenomenal temporada, de ahí que se rumoreara con insistencia que Luis iba a llevarle para jugar contra China y Serbia. Y ahí radica precisamente mi duda: ¿Por qué no está convocado Oleguer? ¿Será acaso porque Luis piensa que no tiene la calidad suficiente? ¿O será porque alguien le recomendó que no lo hiciera, evitando así el peligro de que el barcelonista se negara a vestir la camiseta de la selección?... Luis trató de justificar a Oleguer, cuando sus declaraciones son injustificables. El seleccionador rejuveneció el equipo con futbolistas como Sergio Ramos, David Navarro y Antonio López... ¿No tenía sitio ahí Oleguer?...
 
Yo, que me declaro independiente del reino de los bobos, deseo con todas mis fuerzas que la evolución de Oleguer en el fútbol sea tal, su proyección mundial tan imparable y su prestigio deportivo tan indudable, que al seleccionador nacional español de fútbol, sea éste quien sea en el futuro, no le quede otro remedio que convocarle. ¡Y a ver qué narices pasa entonces!... Que no tenga la más mínima duda al señor Presas que, en caso de que Angel Villar se volviera loco mañana y me nombrara a mí seleccionador nacional, yo le convocaría a él antes que a nadie. Es posible incluso que únicamente le llamara a él, una selección de un sólo futbolista. Sería ese el momento idóneo para que Oleguer ("Ulegué") nos dejara a todos claro si está o no está, si viene, si no viene o si le esperamos acostados. Porque no estamos para chuflas.

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