Ahora lo entiendo, esto del caché aplicado al negocio del fútbol funciona antes y después, pero nunca durante... Por ejemplo: Carlos Bianchi, el hombre que no vino a España por el dinero sino porque el proyecto que le ofrecía el Atlético de Madrid le parecía tremendamente ilusionante, tenía un caché determinado a la hora de firmar su contrato allá por el mes de junio, coincidente, euro a euro, con el de su finiquito, acordado recientemente. Entre medias, sin embargo, los resultados del trabajo del entrenador argentino no estuvieron nunca, jamás, en consonancia con su caché económico. Seguro que Carlos Bianchi se encontraba entre los entrenadores mejor pagados de la Liga española. ¡Seis millones de euros brutos, seis!... ¿Y dónde está el Atlético de Madrid?... Pues el Atlético está a cuatro puntos de los puestos de descenso. ¡Toma caché!
El Atlético estuvo tratando de convencer hasta última hora a Bianchi, el hombre que no vino a España por el dinero sino por un proyecto vital y altruista, para que "sólo" cobrara el cuarenta por ciento de la temporada que, puesto que le han cesado, ya no trabajará. Quia. Vicente Montes, abogado de Futre, que lleva los asuntos económicos del citado Bianchi, agotó físicamente a los negociadores rojiblancos y el "virrey" cobrará hasta el último céntimo. Pero por lo menos éste ha tenido el detallazo de no despedirse absolutamente de nadie, y mucho menos ponerle punto final a un comunicado diciendo eso de "¡aúpa Atleti!". Y hay que tener en cuenta, además, que los virreinatos se han puesto por las nubes.
