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lluís bassets apunta al chantaje

Un director adjunto de 'El País' y Sostres, unidos en la defensa de Strauss-Khan

El director adjunto de El País, Lluis Bassets, apunta a un "chantaje" al director del FMI. Lo mismo que Sostres en su blog de El Mundo.

Dice el director adjunto de El País que el presunto violador "tiene, como mínimo, un problema de carácter que ha terminado con su carrera internacional y ha truncado sus expectativas de suceder a Nicolas Sarkozy".

Para Lluís Bassets "lo de menos" es "la exacta responsabilidad sobre los hechos". Lo realmente importante es que "no se puede descartar que el director general del Fondo fuera víctima de una honey trap, una trampa de miel o de cariño, tal como las tendían los servicios secretos de uno y otro lado en la guerra fría. Tampoco se puede descartar un intento de chantaje por parte de una ocasional relación avisada del provecho que pudiera sacar de pez tan gordo".

El director adjunto de El País está muy afectado por el "revés" que supone para el FMI, "para Francia", "para el socialismo francés", para "la socialdemocracia"y para "la política". En ningún caso para la camarera.

Sostres, en su estilo, opina algo parecido en su blog. "Cualquiera que haya viajado un poco y se haya hospedado en hoteles de lujo sabrá perfectamente que los hombres solos a los que se les presume cierto poder adquisitivo son como golosinas para algunas camareras".

"No creo que descubra la sopa de cebolla si les cuento la historia de la típica camarera de hotel de lujo que entra a cambiarte las toallas cuando te estás duchando, o justo cuando acabas y cierras el agua. No creo que a los hombres un poco viajados –y un poco preparados- les resulte extraña la historia de esta camarera, que de repente habla con voz muy dulce y hace posturas sinuosas y ríe por cualquier cosa. Se echa a tus brazos, entregada, tuya, y te vienes arriba. Es poco sutil, ¿pero qué hombre necesita sutileza saliendo de la ducha a diez mil kilómetros de su casa con una camarera sonriente que le mira con lujuria? Son esos cinco segundo de tu vida que pueden cambiarlo todo. Pero con dos gintónics, ¿quién no va a los toros?", continúa.

"Hay dos tipos de este tipo de camareras: las que a medio juego informan a su víctima del precio, al que normalmente el macho cabrío accede y paga lo que sea, ya que en el cerebro no tiene ni una gota de sangre, porque este y otros líquidos están hinchándole otras partes del cuerpo; y las camareras que esperan a que el juego termine para informarte de que si no pagas una determinada suma de dinero te van a denunciar por violación. Guardan las pruebas en su interior. Como normalmente se trata de caballeros casados, pagan y punto para evitar cualquier escándalo. Si por lo que sea el cliente no cede al chantaje y la manda a paseo, ella provoca un forcejeo que le cause alguna herida leve para que la denuncia por violación tenga todavía más fundamento".

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