L D (EFE) Fue un alarde lingüístico que, sin duda, sorprendió y divirtió a muchos de los asistentes al acto, que estuvo presidido por el Príncipe y que contó con la asistencia, entre otros, de la ministra de Educación y Cultura, Pilar del Castillo, y del ministro de Defensa, Federico Trillo.
Durante una hora, más de uno pudo tener la sensación de que Pérez Reverte (Cartagena (Murcia), 1951) no ingresaba solo en la Academia. Lo hacía acompañado por algunos de los personajes del Capitán Alatriste, esa serie con la que el escritor trata de explicarle a los jóvenes "la España en la que hoy vivimos" a partir de lo que sucedió en el pasado.
Pero antes de demostrar cómo era "El habla de un bravo del siglo XVII", título del discurso, Pérez Reverte aseguró que jamás había codiciado ser académico, hasta que Gregorio Salvador, que luego le daría la bienvenida en nombre de la corporación, Eduardo García de Enterría y Antonio Muñoz Molina lo propusieron para que se sumara a los trabajos de la casa. Y como manda la tradición, elogió también a su antecesor en el sillón "T" de la Academia, el filólogo Manuel Alvar, al que el escritor murciano definió como "pionero en la 'globalización' de la filología española".
Durante una hora, más de uno pudo tener la sensación de que Pérez Reverte (Cartagena (Murcia), 1951) no ingresaba solo en la Academia. Lo hacía acompañado por algunos de los personajes del Capitán Alatriste, esa serie con la que el escritor trata de explicarle a los jóvenes "la España en la que hoy vivimos" a partir de lo que sucedió en el pasado.
Pero antes de demostrar cómo era "El habla de un bravo del siglo XVII", título del discurso, Pérez Reverte aseguró que jamás había codiciado ser académico, hasta que Gregorio Salvador, que luego le daría la bienvenida en nombre de la corporación, Eduardo García de Enterría y Antonio Muñoz Molina lo propusieron para que se sumara a los trabajos de la casa. Y como manda la tradición, elogió también a su antecesor en el sillón "T" de la Academia, el filólogo Manuel Alvar, al que el escritor murciano definió como "pionero en la 'globalización' de la filología española".