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Lavandero reveló que Toro y Trashorras se marchaban a Marruecos "para dirigir la cosa desde allí"

El diario El Mundo publica la trascripción de la cinta en la que el confidente "El Lavandero" cuenta a un agente de la Guardia Civil que en el verano de 2001 Suárez Trashorras y Toro Castro buscan a alguien que montaran "bombas con móviles". Hoy sabemos más: "Cuando salga bajo fianza marchan los dos –Toro y Suárez– para Marruecos. Ya lo tienen todo preparado para dirigir la cosa desde allí". El confidente reitera este jueves su denuncia en La Nueva España. Ni el general Laguna ni el teniente coronel Aldea dijeron nada de esto en la comisión del 11-M.

El diario El Mundo publica la trascripción de la cinta en la que el confidente "El Lavandero" cuenta a un agente de la Guardia Civil que en el verano de 2001 Suárez Trashorras y Toro Castro buscan a alguien que montaran "bombas con móviles". Hoy sabemos más: "Cuando salga bajo fianza marchan los dos –Toro y Suárez– para Marruecos. Ya lo tienen todo preparado para dirigir la cosa desde allí". El confidente reitera este jueves su denuncia en La Nueva España. Ni el general Laguna ni el teniente coronel Aldea dijeron nada de esto en la comisión del 11-M.
(Libertad Digital) El PP ha solicitado la remisión urgente al Congreso de la trascripción de la conversación grabada a un confidente de la Guardia Civil donde se revelaban intentos de José Emilio Suárez Trashorras, acusado de proporcionar la dinamita utilizada en los atentados del 11 de marzo, para buscar ayuda con el fin de preparar bombas con teléfonos móviles en 2001.
 
Este jueves el diario El Mundo publica el diálogo completo entre el agente de Información de la comandancia de la Guardia Civil de Gijón, Jesús Campillo, y "El Lavandero", un confidente que había sido minero y que estuvo cinco años en las fuerzas especiales. Por cierto que "Lavandero" reitera este jueves en una entrevista en La Nueva España que los agentes de la Guardia Civil y de la Policía no le hicieron caso y le tomaron a "cachondeo".
 
A las nueve de la mañana la Cadena Cope, en el programa de Federico Jiménez Losantos, ha emitido los extractos más impactantes de esta cinta.
 
Estos son algunos de los diálogos más reveladores de la cinta:
 
Agente Campillo: "Hola, buenos días. Soy Campillo, de Información".
 
Confidente Lavandero: "Soy Lavandero. Yo, esta gente... Yo trabajaba en el Horóscopo. Tengo serpientes y trabajaba... Yo era un oficial y trabajaba con ellas. Allí había striptease muy chungos con ellas. Entonces, apareció un día ese chaval [se refiere a Antonio Toro, al que él llama Toño] y empezamos a hablar, que si las serpientes y lo de siempre. Entonces vas cogiendo confianza y tal...Entonces, un día ya vas cogiendo confianza y confianza, y dice (Antonio Toro): ¿Tú conoces a alguien que pueda comprar explosivos?. Buf, y ahí te encuentras con cada loco, con cada tontería". Yo dije: No sé de nadie. Dice Toro: Es que yo tengo para vender 1.000 kilos de explosivos a la semana".
 
El confidente "Lavandero" explica cómo Antonio Toro Castro le abordó para ofrecerle los explosivos: "Entonces, abrióme el capó de la parte de atrás del coche y llevaba, yo qué sé, 40 o 50 kilos de... (explosivos)".
 
El agente Campillo le pregunta "¿Qué venía, en cajas?"
 
El confidente contesta: "No, no, no, no. Venía todo atado como con cintas en fardos. Yo he trabajado en la mina y ponía Goma 2 Eco. Entonces, lo que pasa es que... ¿No ves esos arsenales que encuentran estos días que el papel es oscuro? No, no era oscuro, era un papel color carne. Y luego, a un lado, traía un fardo de este tamaño de detonadores. Lo clásico de la mina, esto que es plateado y una banda azul, y en el otro un numerín puesto en chapa. Entonces, yo digo: 'Mecagüen la puta, qué quieren'. Bueno, entonces yo monté en el coche y digo: 'Bueno, voy a la policía o qué hago'. Porque si fuera una pistola... Pero era una cosa seria, eran explosivos. Con esos explosivos se podría hacer una carnicería, no es broma. Fui a la policía y tal, y tampoco me hicieron mucho caso. Ahí, en la Policía Nacional, empecé a hablar con ellos y les expliqué todo el caso. Les dije: 'Mira, este señor se llama Toño (Antonio Toro Castro)".
 
Este último personaje provoca la pregunta de Campillo: "¿Se llama Toño?"
 
Lavandero responde: "Sí, sí, Toño. Lo llaman Toro y se apellida Toño o Toro o algo así. Tenían datos de alguno de ellos. Al día siguiente...bueno, a los dos días o así, fui a la policía y oye, mira, estos siempre van en jueves, viernes y sábados. Entonces aparece alguien por el local –y le dijo–: 'Vaya lío en que te metiste, ¿eh chaval?, decirle a la policía que este tío...'. Me quedé de piedra. Joder, si lo sabe éste lo sabe el otro –Antonio Toro–. Después de eso yo dije: 'Ya puedo tener cuidado, porque la gente que anda en esto no anda en bromas'.
 
Entonces tuve un poco de... Dice la policía:
-'No, no, además ya los cogimos'.
¿Cómo que ya los cogisteis?
- 'Sí, sí, cogimos. Ha habido una redada en Avilés, una redada de 23 o no sé cuantos, con hachís, heroína, cocaína..., y llevaban algunos explosivos –la policía se refiere a la Operación Pipol de febrero de 2001, en la que fue detenido Antonio Toro'.
 
De las bombas con móviles al viaje a Marruecos
 
Lavandero: "Ellos, según tengo entendido, cuando eso ­–el arresto–, –preguntaron–: 'Oye, ¿y cuál fue el chivato?'. No sé, ya lo tenían vigilando y los cazaron por los móviles, porque creo que tenían móviles de tarjeta. Claro, los quitaron todos, que hay que ser también capullos. Claro, y ahora los cambian, ahora, ya te digo, desde que los llamé hasta ahora creo que cambió tres veces de móvil".
 
Campillo responde: "Normal, eso es normal, porque ellos no se pueden quemar mucho con el teléfono porque..."
 
Lavandero: "No, no, además, por teléfono no te hablan nunca nada. Hablan de otra manera: 'Oye, a cuánto le has cogido el permiso, qué tal te va' y eso. Yo creo que aquí... ellos no creo que sean terroristas. Pero bueno, a mí me preguntaron que si sabía de alguien que supiese. Yo estuve en operaciones especiales cinco años. A lo mejor por eso... Entonces me preguntaron si sabía de alguien que supiese montar bombas con móviles. No tengo ni idea. Sabes cómo te digo, ¿no? Colocas el vibrador y estalla. A la que vibra, detona y ya está".
 
"Bueno, pues nada, ya te llamaré un día de estos", le contesta el agente de Información de la Benemérita.
 
Uno de los momentos que seguro hicieron palidecer a los agentes de la Benemérita que oyeron la cinta es el siguiente:
 
Lavandero: "Fui primero a la Policía Nacional y no me hicieron caso ni nada. Además, según tengo entendido, (...) cajas de explosivos, pero los explosivos que les cogieron estaban caducados, estaban en mal estado, creo. Entonces la policía hizo un trato con ellos o algo así, y los explosivos no salen en la denuncia, según me dice el tal Emilio ése (por Suárez Trashorras). Digo: 'Joder, le va a caer unos cuantos años (a Antonio Toro)'. Dice: 'Ya, pero está a punto de salir bajo fianza'. Tienen que pagar dos millones o algo así. Y ahora, mientras tanto... Otra cosa: que marcha para Marruecos nada más que salga. Cuando salga bajo fianza marchan los dos –Antonio Toro y Emilio Suárez Trashorras– para Marruecos. Ya lo tienen todo preparado para dirigir la cosa desde allí. Ya te digo, esto no es broma. ¿Dinero? Tienen fajos de billetes que no los cobro yo en 10 años. Increíble el dinero que maneja esta gente. Por lo visto, llega a el Horóscopo y se funde el sábado 300.000 pesetas. Es increíble. Entonces, ya te digo que están montados, ¿eh?"

La Asociación Unificada de Guardias Civiles ha señalado en una nota que si la información de El Mundo se confirma esto demostraría que el jefe de la Comandancia de Asturias, Fernando Aldea, y su antecesor y ascendido a general por Bono, Pedro Laguna, habrían mentido u ocultado información a la comisión del 11-M y por ello ha pedido su suspensión cautelar y la del capitán José Antonio Bermejo, que "ocupan una posición jerárquica directa y superior sobre los guardias civiles del puesto de Cancienes, con lo que supone".

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