El sector que pastorea María Dolores de Cospedal es partidario de resistir el órdago de Ciudadanos y el que controla Soraya Sáenz de Santamaría quiere que Cifuentes se vaya cuanto antes a su casa.
Lo que está en juego es mucho más que llevar a Rivera a la Moncloa: reconstruir el centro-derecha para hacer frente al separatismo y sus socios de izquierda.
Que una cadena pública haya degenerado en repugnante maquinaria de agitprop al servicio de un hatajo de golpistas es una aberración que ningún Estado democrático debe consentir.