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La Policía endurece la represión contra los saharauis en El Aaiún

Los saharauis heridos en las manifestaciones en favor de Aminetu Haidar no se atreven a ir al médico por temor a ser detenidos en el hospital. Los médicos han recibido órdenes precisas de alertar a la Policía de cada persona que pida un parte médico de lesiones, y evitar así una posible denuncia.

Según confiesa la propia Haidar en El País, "los marroquíes quieren decirle al mundo que estoy aislada, que estoy sola, que el Sáhara no está conmigo". Y parece ser que la Policía está haciendo todo lo posible para alcanzar ese objetivo.

El pasado sábado cargaron contra los saharauis que se manifestaban, celebrando el regreso de Haidar, y dejaron heridas a veinte personas. A Maalainin Busofa le rompieron la nariz y acudió al hospital, dispuesto a denunciarlo. Cuando pidió el certificado médico para poner a denuncia, los médicos le advitieron que tenían órdenes de avisar a los agentes para que interrogaran allí mismo quien pidiera el documento, sin el que no puede efectuarse la denuncia. Busofa se fue a casa sin él, dejando impune la agresión.
 
De la veintena de personas heridas en las cargas policiales, según el balance de las organizaciones de derechos humanos, la mayoría son mujeres y adolescentes. Pero las instrucciones de los médicos han provocado que ninguno de ellos se haya decidido a demandar a la policía por maltrato. El miedo ha logrado que la mayoría ni siquiera hayan acudido al hospital, y se hayan conformado con los cuidados de los curanderos en sus luxaciones y fracturas.
 
Los que han accedido a contar su situación, tampoco han tenido mucha suerte. Los saharauis narraban lo vivido a las ONG y las autoridades han intentado silenciarlas. Sin ir más lejos, este domingo la policá irrumpío en la casa de la activista Hamad Hamd mientras era entrevistada. La Policía ordenó a los periodistas que abandonaran el domicilio de inmediato, porque necesitaban un permiso especial del Gobierno de Rabat.
 
Según han confesado a El País , los activistas temen que con la retirada de los medios de comunicación de El Aaiún, la represión policial se recrudezca contra ellos aún más. Djimi El Ghalia, presidenta de una ONG, hace un llamamiento claro "para que el apoyo que la sociedad española ha mostrado hacia Aminetu Haidar siga vivo en favor de todos los defensores de los derechos humanos".

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