Aunque parezca algo un poco maleducado no escribir sobre el partido inaugural, cualquier aficionado al fútbol tiene que ver lógico que el encuentro de la jornada es el Francia-Uruguay.
Francia pese a ser la subcampeona actual y tener a un seleccionador que ha batido récords de permanencia en el banquillo, llega en guerra civil por este mismo asunto, Raymond Domenech. Y creo que el debate ya no es si convoca a futbolistas por cartas astrales, o pide matrimonio a una periodista mientra Francia llora una derrota: es por la realidad de menoscabar un verdadero potencial de este país. Y es que Francia tiene futbolistas muy buenos pero juega triste, amargada, como el ciclista que se queda en las primeras rampas de un puerto y salva la jornada de milagro; hasta su clasificación tuvo algo de misticismo con esa "otra mano de dios" de Henry. Pero un Mundial no es un campeonato de liga, es algo casi inmediato y el rendimiento espontáneo y el talento de los jugadores salvan los torneos. En esto, Francia tiene dos superlativos: Gourcuff y Ribery. Por eso desconfío de este enfermo que muchos dan por muerto y que quizás encuentre una resurrección a tiempo; históricamente, el otro seleccionador más criticado en el país vecino fue Aime Jacquet, vencedor en el Mundial del 98. Poco más que añadir.
Uruguay llega más tranquilo y seguro, con la experiencia de Oscar Washington Tabárez y una mezcla de juventud y madurez ideal para el torneo. Sienten la exigencia de pasar sólo la primera fase y el sueño de brindar a un país unos cuartos de final (hay generaciones que sólo han escuchado esa historia por sus abuelos). De hecho, el seleccionador lo tiene tan claro que no ha escondido nada y ha revelado el once titular tres días antes del encuentro, lo que deja muy a las clara la confianza que tiene en los suyos. Por cierto, ya jugaron en el 2002 con un triste empate a cero, esperemos que no suceda lo mismo.
En este encuentro habrá que fijarse en los jugadores clave y en los jugadores a descubrir. Entre los primeros:
- Yoann Gourcuff: El "Petit Zidane" que parece que gusta a Florentino tiene su primer gran torneo internacional para demostrar que el apodo no le pesa. Esta temporada empezó superlativo y ha terminado bastante más gris, lo que ha sobrellevado el desastre de un Girondins al que ni siquiera ha clasificado a Champions. Pero el nacido en Ploemeur lo tiene todo: elegancia, último pase, conducción y gol, mejor dicho golazos, porque siempre que anota es de una manera espectacular. Un termómetro para esta Francia.
- Diego Forlán: Pocos saben que el uruguayo aclamado en el Vicente Calderón tiene 45 minutos en un Mundial (2002, segundo tiempo contra Senegal) y un gol, así que quiere seguir reventando estadísticas con ese golpeo que siempre va entre palos, esa movilidad, esa anticipación y esa capacidad de encontrar el gol decisivo. El suyo sin duda marcará el rendimiento de la "Celeste".
Entre los segundos:
- Hugo Lloris: En la temporada en que una vez más se ha abierto el debate sobre quién es el mejor portero del mundo, aunque creo que Hugo Lloris ha estado lejos del brasileño del Inter, Julio César, tiene derecho a estar en los cinco primeros sin duda alguna. Conocido por su excelente eliminatoria ante el Real Madrid, igual de decisivo fue contra Eire. Sus reflejos bajo palos ganan partidos, además asume riesgos en las salidas laterales y casi siempre con éxito.
- Luis Suárez: Poner el cartel de descubrimiento a un futbolista que ha marcado 35 goles en la liga holandesa es ridículo, pero quiero incluirlo para convencer al lector de que el jugador está para el siguiente escalón de un equipo top mundial. Lo tiene todo: velocidad, remate con zurda, remate con diestra, goles de falta, anticipación de cabeza, hasta es generoso y asiste con facilidad. El Mundial puede ser su vidriera, porque además el Ajax necesita venderlo.