Carmen es una mujer que no para ni un segundo. Lo mismo aparece en una revista al otro extremo del mundo al lado de un gorila, como bailando en un programa de televisión ganando un dineral o como presentando un libro donde cuenta sus vivencias y expone sus pensamientos más ocultos, Cumple años, gana vida.
Coincidí con ella en el programa de televisión donde colaboro La hora de Josemi, en Intereconomía. La Bordiú llegó a la hora, simpática y la vez, como es ella, un tanto distante.
La entrevista fue entretenida e interesante, al igual que su libro. No se corta en absoluto y cuenta en él sus vivencias, que para la época eran un tanto avanzadas. También expresa abiertamente lo que opina del amor, del sexo y de la pasión. Hace un repaso de su vida y reconoce que ha vivido momentos muy felices sin olvidar los amargos.
Me sorprende no que cuente que antes de casarse con Alfonso de Borbón ya había conocido de forma íntima a dos hombres casados. Ignora de una forma tremenda a Roberto Federicci, y cuando le pregunto el motivo sale muy airosa por la tangente y alega que como no tuvo hijos con él ya no le une nada. Muy discreta, no cuenta que fue el hombre que le dio la peor vida.
Desmiente de forma categórica que su boda con el desaparecido Duque de Cádiz fuese amañada por su padre, el Marqués de Villaverde, caso que pongo muy en duda. Explica que con su segundo marido, el francés Jean Marie Rossie, lo pasaba muy bien, sobre todo en la cama.
No cabe duda de que con José Campos está encantada, le da igual que les separen todos los días, se tira de risa, y sobre todo lo que tiene muy claro es que vive al día y hace lo que le da la gana.
La promoción del libro le aburre muchísimo. Ya está haciendo planes para futuros temas que tiene pendientes.
A la salida del programa se fue a ver a sus nietos, que estaban con la otra abuela. "Lleva en Madrid cerca de un mes, viene mucho", contó, sobre todo desde que se divorció de su marido, el magnate venezolano Víctor José de Vargas.
Luis Alfonso y Margarita están con su hija mayor, Eugenia, en Nueva York. "Mi hijo está feliz viviendo en Madrid, tiene amigos de toda la vida, y a mi nuera le encanta España", reveló.
Carmen ahora está en Santander, porque con el temporal que ha habido se ha destrozado parte de la casa, y tiene que echar una mano a José que lo está supervisando todo. Afirmó que le gusta mucho vivir allí. "Tengo una etapa de tranquilidad y me da pereza moverme", explicó.
Más delgada, encantada con lo que hace y feliz con el éxito que está teniendo con su libro, cada día se parece más a su madre. El timbre de voz es idéntico. Lo que no cabe duda, es que Carmen es mucha Carmen.