Su última andanza es la posible relación con el saltimbanqui, Adam Péres, conocido por haber sido marido de la princesa Estefanía de Mónaco.
De confirmarse su amor, sería la primera pareja sorpresa del recién estrenado 2011, bodas a parte, de las que ya hemos hablado. Entre ellos existe una notable diferencia de edad, casi 25 años, pero como para el amor la edad no tiene importancia, ese minúsculo detalle pasa desapercibido.
A la bióloga y el acróbata se les ha podido ver en varias ocasiones juntos, cenando con amigos, y al ser preguntada que había de cierto entre ellos se limitó a sonreír, diciendo que simplemente eran amigos.
Todavía habrá que esperar que sorpresa está preparando , porque es imposible que ella pase inadvertida, y cuando la prensa no está pendiente de ella, siempre se las compone para dar que hablar y ser el centro de atención.
Por su parte Adam, cuando se le ha preguntado por la Obregón ha respondido con palabras muy cariñosas. Además, le interesa mucho la biología. ¿ Les unirá aún más esa ciencia?.
Ana, llevaba un tiempo muy sosegada, últimamente sólo hablaba de su hijo y de sus magníficas ofertas para hacer televisión en Miami, aunque por el momento no parece que haya firmado nada ya que sigue viviendo en Madrid.
Su último amor fue el striper Darek, con el que terminó como se suele decir 'tirándose los trastos a la cabeza', y desde entonces no se le había vuelto a relacionar con nadie.
El polaco y su representante, Susana Uribarri, manifestaron hace tiempo que éste año, tenían pensado pasar por la vicaría. Aun así, es cierto que que desde su ruptura con la actriz, el cachas a pasado a mejor vida, ya que además de eso poco se sabe de él.
De momento Ana y Adam ahí están, aunque de momento no quieran hablar. Con toda seguridad sabremos de ellos por la tía del circense, más conocida como Paquita de Mónaco. Una mujer pintoresca donde las haya, que previsiblemente en unos días la llamaran de algún programa de televisión para que cuente con todo lujo de detalles la nueva relación de su sobrino, que casi ni conoce, y que la detesta profundamente.
Bastante habló mientras estuvo casado con Estefanía -de ahí su apodo- a la que nunca vió , ni de lejos.
La diferencia con Ana, es abismal porque es mucho más cercana, y sí todo va bien , la actriz podría mediar para que tía y sobrino hagan las paces, y así ellas dos se hagan íntimas e inseparables, ya que tienen que ver mucho una con la otra.
En nada de tiempo, Paquita de Mónaco no va a salir de la Moraleja.