La diseñadora Roberta Armani estaba feliz en la fiesta que la firma italiana, junto con la revista Vogue, organizó en Madrid.
Como el evento era de nivel, la presencia de Isabel Preysler estaba garantizada. Llegó acompañada de Nuria González, llegaron puntuales y se fueron al poco rato, que es lo elegante. Al menos eso se dice.
Para la ocasión Isabel eligió un traje de negro de seda natural, de la firma. "Adoro a Giorgio": con estas palabras describió a uno de los grandes de la Alta Costura, que tiene en su sobrina Roberta su sucesora.
Nieves Álvarez, como siempre, estuvo impresionante. Me comentó lo contenta que está con su nuevo trabajo como diseñadora de ropa de niños. "No me gustaría que la gente pensara que simplemente en esa marca lleva mi nombre sin más. Todo lo contrario, superviso las telas, voy al taller, y hago todo lo que sea necesario", añadió. "Es una colección pequeñita, pero disfruto mucho haciéndolo, y lo que intento es crear a un niño distinto a la hora de vestir. Están guapísimos, los arreglo como me gusta ver a los míos", comentaba entre risas.
Una noche de gente guapa, como las modelos Eugenia Silva o Laura Sánchez. También se dejó ver Juncal Rivero, que está en plena gira con la obra de teatro "Brujas", Quique Sarasola y Emiliano Suárez, que me comentó que no tiene absolutamente nada con Mónica Hoyos.
La sorpresa de la noche fue la aparición de Chayo Mohedano, que llegó acompañada de su novio Andrés Fernández. Todo el mundo se hacía la misma pregunta: ¿quiénes les han invitado? Ni la firma, ni la revista lo habían hecho. El caso es que los futuros papás no se verán en otra, acaparando toda la atención de la prensa.
Roberta y la sobrina de la Jurado no coincidieron en ningún momento, ni qué decir tiene que cuando ésta llegó, Preysler ya se había ido, al igual que Genoveva Casanova. Su aparición fue metódica, posó, estuvo muy poco tiempo y desapareció.
Las elegantes son así, o al menos ellas se lo creen.