El guiño de la Reina Letizia a Mallorca en la final de la Copa de la Reina de Waterpolo

La Reina Letizia ha viajado a Palma donde ha presidido la final de la XXIX Copa de S. M. de la Reina Iberdrola de Waterpolo entre el Club Natació Sant Andreu y el Astralpool Sabadell, quienes han resultado las vencedoras y, además, han revalidado título.

La Reina ha estado junto a la ministra de Educación, Pilar Alegría, el presidente de la Real Federación Española de Natación, Fernando Carpena, y autoridades de la isla como el presidente del Consell de Mallorca, Llorenç Galmés y el alcalde de Palma, Jaime Martínez.

Aunque no es la primera vez que la Reina asiste a un partido de waterpolo, puesto que en los pasados Juegos Olímpicos de París estuvo presente en un partido entre la selección española y la griega, sí era la primera vez que presidía una final de la Copa de la Reina de waterpolo. Allí se ha podido reencontrar con algunas de las waterpolistas de la selección española con las que estuvo en París como Maica García, del Astralpool Sabadell, que le ha entregado una camiseta firmada por todas las jugadoras para agradecerle su respaldo, a ellas y al waterpolo femenino.

Para esta cita, Doña Letizia la reina ha optado por un look cómodo formado por un traje de un tono azul verdoso de chaqueta y pantalón recto, combinado con un jersey negro de cuello redondo de Falconeri. Como calzado, unos mocasines nuevos negros de Belenka Barefoot, bolso negro de Carolina Herrera y pendientes, con los que ha querido hacer un hace un guiño a la tierra que la ha recibido, de la joyera mallorquina Isabel Guarch. Unos pendientes con forma de rosa de los vientos, cuya creación en el siglo XIII se atribuye al filósofo y teólogo mallorquín Ramon Llull, y que servía como herramienta para navegar. Realizados artesanalmente en oro amarillo de 18 quilates, están engastados con diamantes de talla brillante que reciben el nombre ‘Vents’ (vientos). Isabel Guarch, una de las creadoras más emblemáticas de la isla, y una de las favoritas de la reina Sofía, que no duda en lucir la cruz mallorquina cada vez que acude a la isla.