Un juzgado de Madrid ordenó, la semana pasada, el embargo a la productora de Santiago Segura, Amiguetes Enterprises S.A., para indemnizar al Club D’Angelo de Alicante con 6.000 euros, por el incumplimiento de contrato durante el rodaje de Torrente 4 en las instalaciones del club. Al director, lógicamente, no le hizo ninguna gracia la sentencia, y escribió en su Twitter: "Es triste que un proxeneta te denuncie y una jueza le dé la razón".
Por ello, el propietario del puticlub, Mario Gamero, ha vuelto a denunciar a Segura. "Si te parece dejo que me llame lo que le dé la gana", dijo Gamero a El Mundo tras presentar la denuncia contra el actor y director de cine.
El propietario del D'Angelo renunció a cobrar por los tres días que cedió la sala a Santiago Segura a cambio de que su personaje en la cinta, el policía José Luis Torrente, pronunciase en dos ocasiones el nombre del club. Asimismo, en al menos un plano de la película debía apreciarse claramente el exterior del local, con el rótulo luminoso que lo identifica. Sin embargo, nada de eso sucedió en la película. Por ello, Gamero denunció a la productora y, la semana pasada, la Justicia le dio la razón.