Pipi Estrada estuvo en Tiempo extra con Vicente Azpitarte, donde hizo todo tipo de confesiones sobre su vida social y como periodista deportivo, e incluso de sus estudios de ingeniería industrial debido a su padre, trabajador de Ensidesa, y a Conchita, una joven diez años mayor que él, de 28 años y "muy seria y formal", que trabajaba en el Banco Hispanoamericano. "Me marcó la pauta de la responsabilidad, aunque luego me perdí un poco", bromeó.
Pipi comenzó incluso con las andanzas vividas con su pandilla natal en Gijón, con un amigo suyo, Gaspar Rosetti, que le puso su conocido apodo: "Dijo un día que era más travieso que Pipi, de Pipi Calzaslargas, que estaba de moda".
Coincidió en sus primeros años periodísticos con Carmen Martínez Castro, con la que comenzó en Radio 80 Serie Oro, y que ahora es secretaria de Estado y persona de confianza de Rajoy. "Le pasó algo unos días y Hermida me dijo que no me despediría hoy, que le cubriera el fin de semana, y me vine arriba. El lunes Jesús me dijo: 'Pipi, Pipi, se ha producido un milagro'... y Estrada conservó su trabajo. También trabajó con José María García, al que recuerda como alguien "muy estricto, duro y riguroso. Tengo el récord de broncas de José María García, dentro y fuera de antena". Aunque señala que no se arrepiente de nada, ya que "aprendió" mucho de esa etapa.
Romance con Terelu
En Onda Cero empezó su relación con Terelu Campos, y aunque cambiaron las circunstancias volviéndose más mediático no cambió su manera de pensar. "El actor es el mismo, pero el escenario era diferente", explicó a Azpitarte en los micrófonos de esRadio. Una relación de tres años y medio que compaginó con su programa semanal en Onda Cero, que generó algunas "envidias, que es la peste del siglo XXI y de los que vengan".
El estar en el equipo de García, relató, y también en grandes acontecimientos, posibilitó las primeras envidias. "Al dar un paso accidental y aparecer en las revistas, porque en ese momento la persona con la que compartía mi vida tenía repercusión mediática", algunos le comenzaron a criticar. El acoso de la prensa rosa que comenzó entonces le reportó "mucha tensión". "El famoso pim-pam dio picos de audiencia y a la persona con la que estaba entonces le afectó mucho. Esas imágenes se llevaron a juicio y lo perdieron", dijo en Tiempo Extra.
Otro momento crítico de su carrera lo tuvo con Javier González Ferrari, que "por alguna extraña razón que nunca averigué, aprovechó la ruptura con Terelu para despedirme. Es la persona más nociva que he conocido en este gremio, para mí. Por mediocridad, ruindad, carece de cualquier tipo de valor. No hablo desde el rencor, sino desde la experiencia", aseguró tajante. Entonces, recordó, fue cuando en Onda Cero le hicieron redactor jefe para "sentarle en una silla" y anularle completamente.
Su relación con Miriam Sánchez
Fue entonces, también, cuando empezó su relación con Miriam Sánchez, conocida actriz porno bajo el nombre de Lucía Lapiedra. "Cuando me gusta alguien, voy, no tengo prejuicios. Me enamoré locamente de Miriam. Nos fuimos a Fuerteventura a un campeonato de surf y volvimos viviendo ya juntos. No fuimos novios".
Una relación polémica casi por naturaleza en la que el colaborador de esRadio negó absolutamente que hubiese un montaje de por medio. "No es un montaje, es que hay un interés por una parte y la otra lo recibe, y dice que sí", dijo refiriéndose al acoso de la prensa rosa. "Yo la envidia no la puedo controlar, la envidia es libre y el mediocre existe", aseguró.
"Me enamoré y era feliz. Vivimos una relación intensa, fantástica y pasional. Nació mi hija, la dueña de mi vida, que es el mayor premio de mi vida". "La gente es envidiosa, porque ella era un mito sexual y extraordinariamente bella, y yo tuve la fortuna de enamorarla. Pero no tengo por qué estar yendo por la vida pidiendo perdón", dijo tajante.
El incidente con Arnau
Eso llevó a otros incidentes como el vivido en televisión con Jimmy Giménez-Arnau, a quien Estrada no tuvo inconveniente en calificar como un "personaje que es una bacteria humana sin escrúpulos", que piensa que "el fin justifica los medios", y que trató de aprovechar "la situación porque necesitaba renovar, le cumplía el contrato". "Yo caí en sus redes", en sus insultos y amenazas, y todo tipo de "barbaridades grabadas", dijo sobre el grave incidente que vivieron en el plató de Sálvame.
Pipi dijo que cuando le respondió que él era un "mal padre", se volvió "un poco loco" y aprovechó un momento de publicidad para "venir a por mí". Luego llegó la trifulca y la agresión en el plató. Se mostró seguro de ganar el caso, pendiente aún de decisión judicial: "Él tiene una versión y yo tengo la verdad".