El destino vacacional de los príncipes se ha vuelto objeto de discusión. No sólo en el entorno periodístico, que se pregunta sobre el creciente silencio de Zarzuela en lo que a anunciar los destinos vacaciones de la realeza se refiere. Ni tampoco por el supuesto lujo de sus días de descanso, cosa que saltó a la prensa en alguna ocasión, desmentida tajantemente por la Casa Real. También en el seno del propio matrimonio de Felipe de Borbón y Letizia Ortiz.
Tal y como expone La Otra Crónica, la sangre no llegará al río, ya que se trata de una mera diferencia de opiniones. "No se trata de un distanciamiento, ni mucho menos. Siguen muy bien, como siempre. Pero han tenido bastante pollo, porque ella no quería ir a las Baleares... Don Felipe se ha plantado y ha dicho que, por supuesto, tienen que ir a Mallorca".
No obstante, sí refleja lo conflictivo de la situación que los príncipes se han visto obligados a afrontar. Según fuentes del suplemento de El Mundo, ella no quiere ir bajo ninguna circunstancia a Mallorca, destino habitual de la Familia Real en verano. En eso tendría que ver las numerosas veces que han sufrido los abucheos de la multitud, que a Letizia le afectan y sufre especialmente.
No obstante, don Felipe no se habría dejado acobardar, y habría convencido a su mujer de que, precisamente este año, es importante estar presentes en Palma. "Don Felipe quiere que este año se les vea allí más que nunca. Con la que está cayendo, no sentaría muy bien que la Familia Real no dispusiese de Marivent para veranear y se marcharan al extranjero".
Al final, lo único cierto sobre las vacaciones de los príncipes será que estarán allí para la Copa del Rey de Vela, el sábado 4 de agosto.