La primera página de La Vanguardia, con la infanta Cristina y su marido Iñaki Urdangarín de nuevo en Barcelona de cara a la declaración en los juzgados de Palma, ocupó gran parte de la crónica rosa de Es la mañana de Federico, a la que acudieron Emilia Landaluce, Carlos Pérez Gimeno y Carmen Duerto.
Federico Jiménez Losantos, director del espacio, se preguntó de qué sirve pagarles un palacete a los duques -en referencia a Pedralbes- si cuando vienen ni siquiera se alojan en él sino en un hotel de la zona alta de la ciudad. "Ha costado una barbaridad", afirmó, para a continuación comentar el saludable aspecto de Iñaki Urdangarín, que lejos de la delgadez a la que nos tiene acostumbrados, parece haber recuperado el tono: "Ya va marcando músculo, era todo teatro", comentaron al respecto.
La estancia de los duques en un hotel se complementa con la información publicada en la revista Lecturas, en la que se asegura que la infanta irá a su peluquería habitual en Barcelona antes de partir hacia los juzgados de Palma, para alisarse el pelo. De modo que la infanta, en coche o a pie, al menos hará el paseíllo bien peinada.