Parece que la mala situación personal de Rocío Carrasco no solo no mejora sino que va a peor. Esta semana Lecturas publicaba que la hija de Rocío Jurado y Pedro Carrasco tiene problemas económicos desde hace tiempo y que ha sido embargada. A esto se le suma la mala o nula relación que tiene con casi todos los miembros de su familia y que no acaba de conseguir trabajo en la televisión.
La revista informa de que el 10 de noviembre de 2014 Hacienda le embargó sus bienes por una deuda de 55.238,87 euros, y que la cantidad inicial era de 57.588,66 pero que ya ha pagado 2.349,79 al fisco. Los bienes que le han retenido son seis fincas, una de ellas valorada en 187.000 euros, que posee en Chipiona, y la mitad del piso, la plaza de garaje y el trastero de su casa de Sevilla.
Pero ahí no acaban sus deudas. Tiene una hipoteca desde el 2007 de 227.700 euros y acaba en el 2032 y varias de sus empresas le están generando deudas. Aunque Carrasco heredó un patrimonio valorado en siete millones de euros, la mayoría son inmuebles que cuesta mucho mantener y cada vez tiene más dificultades para afrontar los pagos.
Después de ocho años alejada de los medios, hace poco decidió regresar a la televisión, algo que sorprendió porque nunca se llevó bien con la prensa. El magacín añade que, mientras estuvo presentando Hable con ellas, le embargaron parte de su sueldo por no pagar las costas procesales por la demanda de 2007 contra su exchófer, José María Franco, condenada a pagar 20.000 euros.
¿Una boda por interés?
Este año se hizo pública la idea de Rocío Carrasco y Fidel Albiac de casarse. Llevan 16 años juntos pero, hasta ahora, no habían pensado en boda. Para muchos el enlace solo es una forma de conseguir dinero. "Esta boda es una farsa y se lleva a cabo por dinero. Al parecer están pasando por dificultades económicas. Rocío heredó mucho de sus padres, pero el patrimonio que recibió no está íntegramente pagado. Aún quedan hipotecas y también afrontar gastos de mantenimiento, que no son pocos", dijo su exmarido Antonio David Flores.
El enlace es otro punto de conflicto ya que, posiblemente, haya grandes ausencias. Desde el 2012 la relación con su hija es nula y, según desveló Flores, no piensa ir a la boda. Su otro hijo, añadió, "irá si se celebra durante los 15 días que está en casa de su madre". Lecturas publica que, con este evento, la pareja podría ganar 150.000 euros, cantidad con la que podría afrontar algunos pagos.