María Teresa Campos no gana para disgustos. La veterana presentadora no está atravesando uno de sus mejores momento en Telecinco, la cadena que hasta hace poco, tanto la mimaba. Hace unas semanas, conocíamos la noticia de la cancelación de la edición de los domingos de su programa Qué tiempo tan feliz y, hace unos días, Mediaset decidió que el programa de los sábados sería grabado. Una decisión tomada ante la imposibilidad de modificar el plató a tiempo para el comienzo del Deluxe que cambia de día.
El miércoles, María Teresa Campos acudió a su cita habitual en Sálvame como defensora de la audiencia y retomó la nueva sección que estrenó hace una semana en la que debate con Jorge Javier Vázquez sobre temas de actualidad. La periodista entró en plató vestida de negro: "Muchas mujeres hemos decidido vestir hoy de negro para protestar contra la violencia de género. Esperando y deseando que alguien haga algo".
Uno de los temas que trataron fue la entrevista de Mercedes Milá en el programa de Risto Mejide, donde llamó gordo a un científico que criticó La enzima prodigiosa, uno de los libros favoritos de la presentadora. Mientras todos los colaboradores y Jorge Javier se mostraron muy críticos con las palabras de Milá, Teresa salió en su defensa: "Aunque no defiendo el insulto, ni estoy a favor de la excesiva sinceridad. Para mí Mercedes Milá se ha creado un personaje para crear espectáculo, aunque a veces se pase tres pueblos".
Mila Ximénez y Terelu Campos discreparon con su posición y apostillaron que "no hay que confundir la sinceridad con la falta de educación". Teresa no se tomó bien estas palabras y quiso poner fin a la discusión: "Habláis de esto cuando yo me vaya. Yo voy a acabar mi sección, que es para lo que he venido", dijo nerviosa intentando evitar la disputa y levantándose para abandonar el plató. Mila no entendió la reacción de la defensora del espectador y le contestó: "Pues ahora soy yo la que me voy, contigo no se puede hablar de nada".
Teresa explicó que la sección estaba pensada para que se debatiera exclusivamente con el presentador, sin los colaboradores: "Este era un espacio como el que yo hacía antes, Apueste por una. Y que no digan que no admito la crítica, porque en aquel espacio durante 14 años los espectadores llamaban para opinar". Finalmente, María Teresa y Mila Ximénez se cruzaron al terminar la sección y, aunque se mostraron reacias a despedirse, Jorge Javier Vázquez insistió para que se diesen un beso y zanjar la polémica.