Ágatha Ruiz de la Prada y Luis Miguel Rodríguez han protagonizado uno de los culebrones del año. La diseñadora puso tierra de por medio cuando salieron a la luz las fotografías del rey del desguace con Marcia di Lele: se tomó un Orfidal y se fue a París para olvidar las penas, algo que ya hizo tras su divorcio de Pedro J. Ramírez. En el reportaje que publica la revista Vanity Fair en su último número y que se hizo dos días antes del escándalo, aunque tuvo que ser actualizada por la publicación de las fotografías, Ágatha confesó que estaba hecha un lío: "Si lo dejamos, lo echaría mucho de menos. Pero creo que podría sobrevivir. ¿Que dura mucho? Genial. ¿Que dura poco? Qué se le va a hacer".
Pero ahora, tras un largo período de reflexión, la diseñadora ha decidido darle una oportunidad al amor y perdonar a Luismi. Lo confirma la revista ¡Hola! con unas románticas fotografías en las que se ve a la pareja dándose unos besos a la salida de un restaurante en Aranjuez (Madrid). Ágatha volvió de París para tener la conversación pendiente con su todavía novio, aunque antes pasó por Sanlúcar de Barrameda para pasar el fin de semana con una amiga.
XCLUSIVA: Ágatha Ruiz de la Prada perdona a Luis Miguel Rodríguez https://t.co/DSFJheDAIU
— Revista ¡HOLA! (@hola) December 16, 2019
Según la publicación, un coche estaba esperando a Ágatha en el aeropuerto nada más aterrizar el domingo para llevarla directa a Aranjuez, donde había quedado con Luismi, que vive muy cerca de la localidad madrileña. Las fotos no dejan lugar a dudas: la pareja paseó de la mano y se dedicaron varios besos dejando atrás los problemas.
Se cumplen así los deseos del empresario, que estaba destrozado después del incidente con Marcia di Lele. "Ágatha es la pera limonera. Es divertida, lista, curranta, una crack. Una tía impresionante. Todo lo que pueda decir de ella es poco", desveló a la revista Vanity Fair .