La sustanciosa donación de 65 millones de euros de Juan Carlos a su antigua "amiga entrañable" Corinna Zu Sayn-Wittgenstein ha sido objeto de polémica los últimos días.
El motivo, esta vez, lo provocaron una serie de informaciones que indican que la Fiscalía de Ginebra, en Suiza, está investigando unas donaciones a Corinna que presuntamente corresponderían a Juan Carlos dentro de una hipotética operación de blanqueo.
Ahora, la periodista Pilar Eyre aporta en su espacio semanal para la revista Lecturas un nuevo elemento de índole más personal. Y es la manera de referirse de Alexander, el hijo de Corinna, al mismísimo don Juan Carlos: papá.
La razón, que Juan Carlos quería "como a un hijo" al joven Alexander, que bien se podría haber visto beneficiado de la sustanciosa aportación del rey emérito, tal y como sugiere la periodista en la revista Lecturas.
"Es cierto que la princesa y su hijo estuvieron a su lado en momentos muy difíciles, por ejemplo, cuando operaron al rey de un nódulo de pulmón que se temía que fuera un tumor maligno", recuerda Eyre.
Durante ese trance, la reina Sofía estaba en Barcelona pero "apenas llegó a entrar en la habitación" antes de irse a Madrid. La infanta Elena estaba en Valencia en un concurso hípico, y tampoco acudieron Felipe o Cristina. "¡Pero Corinna y Alexander estaban allí, y no se movieron del lado del enfermo hasta que no se recuperó!", asegura la periodista.
"Don Juan Carlos quería tenerlos siempre cerca. Agradecido, cuando Corinna tuvo que salir por piernas del país después del episodio de Botsuana, le regaló esta suma de dinero fabulosa con la que la princesa puede llevar un tren de vida de jequesa en el exilio", dice Eyre.