Ahora que Enrique Ponce y Paloma Cuevas han llegado a un acuerdo de divorcio, ambos pueden seguir adelante con sus vidas sin más quebraderos de cabeza. Cada uno ha tomado su camino y sus veranos se plantean de manera muy diferente. Mientras Paloma disfruta en compañía de sus amigos y atiende sus nuevos y prometedores compromisos profesionales, Ponce ha iniciado sus vacaciones junto a su pareja Ana Soria. El diestro anunció una retirada temporal de los ruedos, por lo que el verano se presenta muy tranquilo.
Sobre el divorcio de su novio se pronunció Ana, que después de cerrar sus redes sociales está más desaparecida que nunca. Nunca habla, pero esta vez lo hizo en La Razón: "Nosotros somos más de playa que de hablar de nuestra vida, pero cada uno que haga lo que quiera", aseguró, mandando así un recado a Paloma Cuevas y sus declaraciones en la revista ¡Hola! la semana pasada, donde hablaba de la separación.
"Queremos quitarnos de en medio y vivir nuestra vida tranquilos", concluye. La joven almeriense no quiso entrar en más detalles ni hablar de su relación con Ponce, con quien se rumoreó que atravesaba una crisis. Los dos dejan atrás los rumores de embarazo y de crisis sentimental. Un runrún que obligó a Ana Soria, habitualmente discreta en temas sentimentales, a desmentir sin dejar ninguna sombra de dudas que la pareja atravesase un bache.