El propio Kiko Rivera lo anunció a bombo y platillo a través de sus redes sociales hace tan solo unos días. Completamente 'renovado', el hijo de Isabel Pantoja desveló el inicio de un rumbo diferente tanto en su carrera musical como en su vida en el que, además de cuidar su alimentación y su salud dejando de fumar y desterrando para siempre la mala alimentación, pronto nos sorprendería con importantes novedades profesionales.
Prueba de la existencia de este 'nuevo' Kiko e intentando alejar la polémica que siempre le persigue por su impulsividad a la hora de publicar todo lo que se le pasa por la cabeza en Instagram, el Dj eliminaba además todas sus publicaciones en la red social, en la que ya ha superado el millón de seguidores, anunciando que a partir de ahora cada domingo nos sorprenderá con una nueva e impactante imagen.
Alejado del foco mediático en la casa que ha alquilado en Huelva para disfrutar de unas merecidas vacaciones con Irene Rosales y sus tres hijos, Francisco, Ana y Carlota, Kiko protagonizó un esperado reencuentro con Anabel Pantoja después de meses sin verse y de las duras críticas hacia su prima que ha hecho en los últimos tiempos por su soberbia, su dramatismo y su falta de posicionamiento en la batalla que mantiene desde hace un año contra su madre
Sobre esto y sobre la inminente venta de Cantora, que según el programa Viva la vida estaría a punto de cerrarse por un importe que ronda los 10 millones de euros - de los cuales Pantoja se llevaría 8 y Kiko 2 - a un empresario dispuesto a montar un parque eólico en la famosa finca, le hemos preguntado al Dj a su regreso a Sevilla.
Sin embargo, y a pesar de ser un 'nuevo' Kiko hay cosas que nunca cambian, y su actitud con los reporteros que hacen guardia a las puertas de su casa es una de ellas. Y es que, muy serio y completamente mudo, el hijo de Isabel Pantoja nos ignora olímpicamente cuando le preguntamos tanto por la venta de Cantora como por su reciente encuentro con su prima Anabel.