Tom Hanks, que recientemente celebró su sexagésimo quinto aniversario presentando un programa de radio en calidad de Dj con una selección personal de piezas de rock and roll, está considerado en los Estados Unidos como el símbolo del norteamericano medio: un hombre sencillo, corriente, bonachón. La industria cinematográfica ha establecido que es el actor más taquillero en la historia de Hollywood. Casado felizmente desde hace más de tres décadas con su segunda esposa, Rita Wilson, sólo un drama ensombrece su habitual y perenne bonhomía: la del tercero de sus hijos, Chester (Chet), que a sus treinta años es víctima de la droga y ha tenido problemas con la justicia por su mala vida.
Thomas Jeffrey Hanks nació hace sesenta y cinco años en un pueblo de California. Como actor figura entre los más queridos del público norteamericano, con películas inolvidables: Camino a la perdición, La milla verde, Náufrago, Big, Los archivos del Pentágono, Apolo 13, Capitán Phillips, Atrápame si puedes, Salvar al soldado Ryan…Y poniendo su voz a un filme de dibujos animados, con su secuela, el más reciente Toy Story 4. Ha ganado dos Óscar por Philadelphia y Forrest Gump. Personaje que los espectadores valoran, por su cercanía o por el talento que Tom les dedica: un periodista, un político, un astronauta, un agente de la CIA, y aquel enternecedor joven deficiente mental, que arrancaba las lágrimas en los cines.
Lo mejor de todo es que él no es engreído y sus compañeros lo adoran. En enero de 2020 le entregaron el premio Cécil B.DeMille. Y a la hora de agradecer el galardón se acordó de muchos de sus colegas, entre ellos nuestro Antonio Banderas, elogiándolo. En su última película, "Un amigo extraordinario", es el presentador de televisión Fred Rogers, que existió realmente: en su programa, dirigido fundamentalmente a los niños, los alentaba a practicar en la vida acciones positivas. Un papel a la medida de Tom Hanks, que en la mayoría de sus trabajos cinematográficos ha encarnado a seres imperfectos, de la calle, pero capaces de ser admirados por su entrega a los demás, y su comportamiento. Con razón el actor es todo un señor para sus millones de admiradores. Lo llaman "Padre de América".
No tuvo suerte en su primer matrimonio con Samantha Lewes, en 1978. Duraron hasta 1987, teniendo dos hijos, Colin, hoy actor, y Elizabeth, escritora. En 1988 contrajo segundas nupcias con la actriz y productora Rita Wilson, con la que asimismo fue padre de dos hijos: Chester y Truman. El benjamín es operador de cámara. Y Chester, familiarmente conocido como Chet, es el garbanzo negro de la familia. Tom se ha sacrificado hasta donde humanamente ha podido, brindándole su ayuda, proporcionándole algunos papeles en sus películas para hacer de él un hombre de provecho. Todo sin resultados positivos. Porque Chet es un rebelde, un enfermo también por culpa de su adicción a las drogas.
Fue a partir de 2014 cuando el propio Chet anunció que tomaba drogas. Inútil fue que lo internaran en un centro de rehabilitación, porque a los seis meses se fue a Londres y destrozó el hotel en el que estaba registrado. Por esa época tuvo una niña, Michaiah, fruto de una relación ocasional. Ni qué decir que nunca se ha ocupado de ella. La revista "People" publicó un reportaje donde Chet aparecía como un peligroso machista al que denunció una de sus novias por malos tratos; la amenazó con una pistola y no sólo eso: con un cuchillo le produjo cortes en la cara. Él aprovechó la aparición de aquel artículo para promocionar su último disco de rap. En sus letras vierte estrofas laudatorias hacia el nazismo. Su padre ya no sabe qué hacer con él, quien al fin y al cabo es mayor de edad.
Tom Hanks tiene actividades fuera del cine que le apasionan, como los proyectos espaciales que se suceden en los Estados Unidos. Él pertenece a una Fundación interesada en tales experimentos. La música le apasiona y ha llegado incluso a cantar en su última película, Un amigo extraordinario. Él lo es sin duda para tantos que lo admiran y quieren.
Dentro de pocas semanas es esperado en Madrid para incorporarse al reparto internacional de una película que se rodará en Chinchón hasta el mes de diciembre. La ciudad madrileña ya ha sido escenario otras veces de varias filmaciones, por ejemplo "La vuelta al mundo en 80 días", con su magnífica plaza mayor. A tal fin el alcalde de Chinchón ha dispuesto que en determinadas horas y días ningún paisano pueda acceder adonde el equipo esté rodando. Se supone que a cambio la ciudad se verá beneficiada.