Dos semanas después de que Olga Moreno concediese su primera exclusiva a la revista Semana tras siete meses de silencio, la malagueña ha comenzado a rehacer su vida. Su separación de Antonio David Flores, la aparición de Marta Riesco y los continuos ataques de Rocío Carrasco, la sumieron en una tristeza de la que está comenzando a salir.
Gracias a sus amigas, a sus hermanas, a su hija Lola y a la compañía de su inseparable David Flores, Olga Moreno ha disfrutado de unos días de diversión en la feria de Sevilla y más tarde en la playa de Málaga. Olvida así las polémicas protagonizadas por su ex marido, que continúa su relación con la reportera de El programa de Ana Rosa y se niega a zanjar su guerra mediática y judicial contra Rocío Carrasco.
Esta semana además, ha tomado una drástica decisión relacionada con las redes sociales y Antonio David Flores: ha borrado todo rastro de su exmarido en Instagram. Tanto de la cuenta profesional, que tiene para promocionar los artículos que oferta en su tienda de Málaga, como de la personal, la cual se creó hace tan solo unos meses con ayuda de Rocío Flores. Lo que no ha borrado, por el momento, son las fotografías que tiene junto al exguardia civil y que publicó hace algunos años.
Tal y como señala La Razón, a pesar de que ambos han asegurado que mantienen una relación cordial por el bien de los niños, Olga Moreno ha decidido "distanciarse" del padre de su hija, quizá para evitar tener que ser testigo de los contenidos que este pueda publicar con su actual pareja a la que Olga no considera culpable de su ruptura, pero sí el detonante.