Ricardo Darín goza de la admiración en España por sus películas. Un excelente actor, que transmite bonhomía en las entrevistas. Su hijo, llamado como él pero conocido por el remoquete de "Chino", ha seguido sus huellas en la televisión y el cine, y ha conseguido demostrar también su talento. Convive con la actriz catalana Úrsula Corberó, formando una simpática pareja, que divide su residencia entre Madrid y Buenos Aires, según les obliguen sus respectivos contratos. Si es en la capital argentina forman una piña familiar en la vivienda de Ricardo y su esposa, Florencia Bas, que han cumplido su trigésimo quinto aniversario de boda. Matrimonio feliz, que remontó hace bastante tiempo una crisis que los separó cerca de dos años. Además del "Chino" son padres de Clara, una hija que también les ha aportado muchas satisfacciones.
Clara no ha querido seguir la profesión de su progenitor y su hermano, aunque hiciera sus pinitos como cantante y causara en 2018 una excelente impresión como intérprete musical en un festival bonaerense donde interpretó creaciones de Amy Winehouse y de los Rolling Stones, entre otros nombres consagrados. Le gusta cantar, pero como es muy emprendedora, se viene dedicando más a los negocios, fundando una empresa con la que comercializó una marca de camisetas. Otra, dirigida a jóvenes creadores. Abrió asimismo una tienda de ropa. Y en resumidas cuentas no puede quejarse de cuantos beneficios le producen tales negocios.
Inquieta, pasó por la Escuela de Bellas Artes, estudió pintura y fotografía. Deportista, esquía, monta a caballo y disfruta de su vida privada procurando que los reporteros gráficos no la acosen. Ya tuvo un novio, Marcos y ahora convive con otro, llamado Rodrigo. Por ahora, Clara Darín sigue la misma decisión que su hermano "Chino": nada de complicaciones ni prisas por casarse. Les va bien como están.
Esposa e hijos adoran a Ricardo Darín, del que hemos conocido una anécdota que ha referido a un medio argentino hace unos meses. Preguntado si conocía a Lionel Messi, respondió que, en principio, se habían saludado una vez, se admiraban y transcurrió largo tiempo hasta verse en una circunstancia curiosa. Resulta que estando el actor en Barcelona, acudió en compañía de una agente de prensa a una emisora catalana para ser entrevistado. Concluida la visita, ambos se encontraron en pleno paseo de Gracia a altas horas de la noche sin un coche que pudiera llevarlos al hotel. Pasaron los minutos y ningún táxi llegaba a socorrerlos en ese trance. De repente, se detuvo un automóvil. Actor y relaciones públicas se inquietaron unos segundos. Pero en seguida, una voz con acento argentino los invitó a subir al vehículo: ¡era Messi, que casualmente pasaba por el lugar y había identificado a su famoso compatriota! Ni qué decir que, desde entonces, si alguien le pregunta al galán si es amigo del capitán de la Selección Argentina de fútbol, sonríe y responde afirmativamente, con esta explicación: "Es más que amigo… desde que una noche fue mi chófer..."