Pasadas las ocho de la tarde del último lunes de julio tuvo lugar el típico y tradicional posado veraniego de la Familia Real, con Felipe, Letizia y sus hijas Leonor y Sofía posando para los fotógrafos en un idílico escenario mallorquín.
Un episodio enmarcado en el ámbito familiar y privado, no en el de la agenda oficial, dado que no ha tenido lugar en el Palacio de Marivent. Así lo subrayó el departamento de prensa de Casa Real, que se esforzó en distanciar el posado de toda actividad oficial monárquica.
Estos posados anuales de la Familia Real van rotando de localización dentro de la isla para así fomentar la promoción y el turismo a Mallorca. Esta vez fue en unos preciosos jardines en la Sierra de la Tramontana.
Sofía y Leonor afrontan un importante verano juntas, dado que dentro de pocos días las dos hermanas se separarán. Mientras la princesa de Asturias iniciará su formación militar, la misma que afrontó su padre Don Felipe, la infanta Sofía ingresará en el colegio privado de Gales donde antes estudió su hermana mayor.
Como es habitual, llamó la atención el atuendo rosa de la Reina y los vestidos diferenciados de Leonor y Sofía, la primera más largo y la segunda más corto debido a su mayor estatura. El Rey, informal, lució una elegante camisa blanca que sin duda ayudará a que la prensa extranjera siga considerándole el miembro de la Familia Real europea más elegante.
Vacaciones en Mallorca
Felipe VI llegó a Palma el pasado miércoles, mientras que la reina y sus hijas lo hicieron el sábado por la tarde.
El rey ha navegado varios días y doña Letizia se estrenó anoche en la clausura del festival de cine Atlántida, por lo que el protagonismo de la visita ha recaído en la princesa y su hermana al ser su primera aparición en Mallorca.
La Alfabia (tinaja en árabe), declarada Bien de Interés Cultural, está abierta a los turistas entre marzo y octubre y también acoge eventos y rodajes.
El recorrido de la familia real ha incluido los jardines, donde sobresale la pérgola flanqueada por 72 columnas y 24 esculturas de piedra convertidas en surtidores cuyos chorros dibujan arcos de agua al cruzarse.
También la casona, decorada con variados estilos -árabe, gótico, renacentista o barroco- por las distintas reformas que se han acometido, la principal en el siglo XVIII, y presidida por un patio empedrado en el que destacan un gran plátano de sombra y una fuente en el centro.
En el interior, destaca el Cuarto de la Reina, en honor de la visita que hizo Isabel II visitó a la masía en 1860 y a la que también se le dedicó uno de los espacios más vistosos del vergel.
Entre los vestigios que hay de la etapa musulmana, están los escudos de las familias árabes que residieron en la finca y un friso en el que se lee: "Alá es grande. El poder es de Alá. No hay más Dios que Alá"II".