Cuando está a punto de cumplirse un mes de la muerte de María Teresa Campos, Bigote Arrocet ha decidido hablar en la revista Diez Minutos. Hasta el momento el chileno había evitado pronunciarse sobre su relación con la presentadora pero parece que ahora, tras su fallecimiento, ha visto momento perfecto para romper su silencio con titulares especialmente dañinos hacia Terelu Campos y Carmen Borrego.
Entre otras cosas, acusa a las hijas de su expareja de no aparecer por casa de su madre: "En los seis años que estuve en casa de Teresa, Terelu solo fue 10 u 11 veces y Carmen ni eso… Los únicos que iban mucho y les tengo un inmenso cariño son Alejandrita, que se pasaba horas viendo fotos y escuchando anécdotas, y José María, que vivió un tiempo en la casa. A Terelu y a Carmen las he visto muy poco, y casi siempre por trabajo".
Sobre este asunto ha tratado gran parte de la Crónica Rosa de este miércoles que ha contado con la participación de Federico Jiménez Losantos, Isabel González, Carlos Pérez Gimeno y Beatriz Cortázar. Una entrevista con la que según la subdirectora de Es la mañana de Federico, Edmundo trata de "ajustar cuentas y borrar cuatro años de vacío desde que dejó colgada a Teresa en aquella estación". En su lugar, el entrevista prefiere centrar su ataques en las hijas.
Y es que según ha apuntado Federico Jiménez Losantos, "para bien o para mal", María Teresa tenía adoración por Terelu y Carmen: "Eran inseparables, sobre todo de Terelu. Durante toda la vida (…) Y ahora llega este, que venera muy poco a la que fue su pareja y la recuerda menos, y quiere hacer caja. Naturalmente lo hace recurriendo a lo que más daño puede hacer, la bronca. Pasando por encima de la muerta, ahora va a por las vivas, que son las hijas".
Jiménez Losantos cree que "atacando a sus hijas", Bigote hace daño "a lo que Teresa más quería en su vida": "Era lo que más le podría doler. Y luego en la entrevista habla de cuidar de Teresa como un gesto de generosidad (...) Teresa solo quería sentirse querida, y sintió que Bigote era su último tranvía. Sus primeros años con él le dieron una tercera juventud pero luego fue todo a peor". Respecto a esto, Cortázar ha recordado que en los años que duró la relación "Bigote nunca tuvo las maletas cerradas y guardada la ropa en los armarios": "Su habitación en casa de Teresa era un caos, con maletas abiertas y llenas de ropa, nunca las deshizo en una relación de años. Porque de repente decía: 'Que me voy'. Y se iba".
Según el locutor del matinal de esRadio, la credibilidad de Bigote esté entredicho "desde el momento en el que niega lo que la propia Teresa contó en Es la mañana de Federico, que la abandonó en la estación". Si niega eso, "credibilidad cero". Beatriz Cortázar ha apuntado que el chileno se negó a hablar "en vida de Teresa": "Él no sabía nada, ni decía nada, ni quería polémicas. Y ahora que está Teresa recién enterrada, viene a contar si las hijas han ido una o dos veces. Hombre, hay que tener un poco de valentía. Dilo en vida, que te puedan contestar".