Irene Urdangarín, que este año cumplió la mayoría de edad, decidió tomarse un año sabático para replantearse sus estudios y, de paso, mudarse a España, más concretamente al Palacio de la Zarzuela.
Fiel al pronóstico, Irene llegó el miércoles al aeropuerto de la capital para instalarse con su abuela, la reina Sofía, tal y como se pudo ver en imágenes del programa de Telecinco TardeAR. Y allí fue recibida por los reporteros, ante los que se mostró educada pero, ante todo, extremadamente discreta.
La joven trató de sortear todas as preguntas personales y sobre su familia, incluyendo la que ahora mismo es la mas espinosa de todas: lo relacionado con el divorcio de sus padres y la relación de la nueva pareja de Iñaki Urdangarin, Ainhoa Armentia, con el resto del clan.
Sorprendentemente, Irene califica como buena la relación con ella. "Muy bien", fueron sus palabras, anunciando así que la relación de la pareja de su padre con el clan es positiva y mejorando un tanto la impresión de las últimas palabras de Claire Liebaert, madre de Iñaki, sobre el tema, declarando que no tenía intención alguna de conocerla por ahora.
Con Ainhoa encontrando su lugar en la familia de Iñaki Urdangarín, pese a la lealtad de ciertas partes a la infanta Cristina, todo se presenta más fácil para la joven Irene duranta su estancia en Madrid. Un periodo en el que, a buen seguro, se la verá con su prima Victoria Federica, con la que ha tenido ya no pocas excursiones nocturnas este verano.
Por delante suyo, un proyecto de cooperación como el que llevaron a cabo su hermano y su madre, y un viaje nada menos que a Camboya, un destino que personalmente le apasiona. Todavía está en duda su permanencia en el École Hôtelière, de Suiza, donde sus planes iniciales eran especializarse en hostelería.