Alfonso Merlos, Marta López y Alexia Rivas protagonizaron la historia que mantuvo a millones de curiosos pendientes de su triángulo amoroso en lo más duro de la pandemia del covid-19. Hay que remontarse a abril 2020 para recordar el Merlos Place, como se llamó al culebrón que comenzó con Alexia paseándose semidesnuda detrás de Alfonso durante un directo de Youtube cuando éste mantenía una relación con Marta.
Los programas de Telecinco hicieron altos picos de audiencia aunque su contenido fue especialmente humillante para sus protagonistas. El viernes pasado se conoció que la Justicia ha condenado a Mediaset a indemnizar con 800.000 euros a Alfonso Merlos, una condena que Federico Jiménez Losantos calificó de "tremenda" en la crónica rosa de este miércoles.
"La costumbre allí era injuriar al que aparecía. Si uno decía ‘uta’, otro ‘canuta’, y allí es donde les ha pillado Merlos. Es si un duda una de las multas más fuertes que ha habido en este género", opinó. Isabel González recordó que, según la sentencia, el programa incurrió en delitos de "intromisión ilegítima continuada en el derecho al honor y a la intimidad personal y familiar", tal y como dicta la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid, que ratifica parcialmente el fallo del Juzgado de Primera Instancia número 3 de Móstoles.
"En eso tienen razón. El vídeo era una cosa cómica, si se quiere decir. Pero las cosas que llegaron a decir... Tienen a semovientes, tienen lerdos, no hay gente que sepa leer o escribir y decían la primera guarrada que se les ocurría. Tú eso lo pones todo junto y lo que te sale es una campaña de difamación", apuntó el director de Es la mañana. Entre los calificativos que le dedicaron y recoge la sentencia: "clasista, cobarde, tonto útil, incívico, mentiroso, antiguo, machista, infiel, traidor, hipócrita, sinvergüenza, gañán, y cateto".
El juez da la razón al abogado de Merlos, que considera que su cliente "fue objeto de una cacería mediática y un ataque furibundo en todos los planos, personal y profesional, en sus creencias y moralidad, con un coste devastador profesional y personal". Una sentencia que se puede recurrir pero que para Federico, "el Supremo la a confirmar porque está muy bien armada".