
Amador Mohedano estuvo ingresado en un hospital de Jerez de la Frontera durante cuatro días debido a un delicado estado de salud por el que se le realizaron varias pruebas médicas. Según avanzó Beatriz Cortázar en la Crónica Rosa de Es la mañana de Federico, el hermano de Rocío Jurado ya se encuentra en casa "y lo peor ha pasado". "Está haciendo una vida más cuidadosa a nivel de alimentación, tiene que dejar de fumar porque el tabaco no favorece a nadie", contó la colaboradora.
Su ingreso se debió a "una variz muy pequeñita pero que da mucha guerra y que del movimiento puede sangrar". Afortunadamente, no necesitó cirugía pero "esas cosas te dejan molido, sobre todo en esa zona gástrica". Amador está acompañado por su hijo Salvador, con el que tuvo que ir a Urgencias, y sus amigas. "Fue un susto, los años, las achaques... Pero ya está más tranquilo y más contento".
Según contó el propio Amador a Cortázar, está en su casa y no en la de su hermana Gloria, donde se había dicho que estaba pasando la convalecencia. Al parecer, habría sido el propio Amador el que, al no sentirse bien, tomó la opción de ir al hospital para ver qué le estaba pasando. Durante el ingreso no se vio entrar ni salir del centro hospitalario a ninguno de sus seres queridos más allá de su hijo Salva.
La última vez que se pudo ver a Amador fue el pasado 9 de julio cuando, confirmando la buena relación que tiene con José Ortega Cano y con sus sobrinos José Fernando y Gloria Camila, se desplazó hasta el tanatorio de Arcos de la Frontera para estar a su lado tras el trágico fallecimiento de la expareja del hijo de Rocío Jurado, Michu. Una reaparición en la que llamó la atención su delgadez y dificultad para caminar.
