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Cuando Carmen Porter, esposa de Iker Jiménez, tenía dos años y fue secuestrada unos minutos en plena calle Goya

Carmen Porter y su marido, Iker JIménez, triunfan desde hace varios años con el programa "Cuarto milenio".

Carmen Porter y su marido, Iker JIménez, triunfan desde hace varios años con el programa "Cuarto milenio".
Iker y Carmen | Cordon Press

Carmen Porter presenta desde hace varios años con éxito de audiencia un programa de misterios junto a su marido, Iker Jiménez, "Cuarto milenio". Podríamos decir que parecía predestinada a dedicarse a ese género periodístico sabiendo que siendo un bebé de dos años vivió un dramático suceso cuando se encontraba en una terraza de la calle de Goya en Madrid, junto a su madre, a la sazón embarazada, y un maníaco se acercó a ambas llevándose a la niña en brazos. Huida que puede considerarse secuestro, aunque apenas duró unos minutos, no llegó al cuarto de hora: uno de los jóvenes que presenció ese rapto corrió tras aquel psicópata, hasta sujetarlo. Dado el griterío de la madre de la criatura y los de otros transeúntes, fueron alertados varios policías que, localizando al miserable sujeto, pudieron detenerlo, llevándoselo a la comisaría, desde donde puesto a buen recaudo terminó en un establecimiento psiquiátrico.

Carmen Porter, a pesar de tener tan corta edad, por cuanto fue cumpliendo años y su madre le relataba una y otra vez lo sucedido, acabó por no olvidar nunca cuanto ocurrió.

Madrileña de cincuenta años, Carmen María Porter Ucha lleva casada con Iker Jiménez desde 1994. Algo más de treinta años. Con la particularidad, como queda dicho, que trabajan juntos en el mentado espacio, "Cuarto milenio" y en otro posterior, "Horizonte", donde establecen tertulia sobre asuntos de naturaleza política en general.

Hubo un tiempo en el que se vieron sorprendidos por la noticia de que iban a separarse. Alguien entendió mal que proyectaban dedicarse un tiempo a labores distintas, o algo parecido, y tuvieron que hacer frente a esos bulos. Aunque asuman que discuten como cualquier matrimonio que se precie, ellos procuran llevar con humor su día a día y coinciden en que, riéndose, hacen frente a cuantos problemas acucian a cualquier pareja que lleve casada ya tanto tiempo como ellos. Tienen una hija, Alma, de trece años. Carmen comenta que le hubiera gustado volver a ser madre, pero no ha podido ser. A veces le viene a la memoria aquel horrible suceso y puede dar a entender que no quisiera soñar con que otro bebé suyo viviera semejante trance. No es extraño que, en el pasado, sufriera frecuentes pesadillas. Un trauma del que le costó salir.

Siendo Carmen e Iker periodistas no han sido nunca partidarios de contar intimidades a los colegas de la prensa rosa que lo han pretendido. Sobre todo siempre tuvieron mucho cuidado con que su única hija no fuera objeto de interés para ningún reportero.

Tarde o temprano tenían que contar, siquiera, cómo se conocieron. Y fue así: Carmen dio una fiesta en la casa madrileña de sus padres (él constructor y ella farmacéutica). Lo que se llamaba antes guateque. Uno de sus vecinos acudió con un amigo que no estaba invitado. Que resultó ser Iker Jiménez Elízar, un vasco de Vitoria, hoy con cincuenta y dos años. Se lo pasó este bien aquella tarde, comentándole a su amigo que la anfitriona "estaba muy buena". En cambio, ésta, comentó que no era precisamente un chico que le llamara la atención; puede que hasta escuchándole hablar pensara que era medio tonto. Pero, así son las cosas, Iker hizo todo lo posible por coincidir otra vez con ella, hasta que acabaron siendo novios.

Carmen le contó a Iker una anécdota cuando estaba en apogeo el programa de televisión "Un, dos, tres…", y es que los pisos que allí se ofertaran durante cada temporada, casi siempre en Benidorm, eran los que construía su padre, quien se radicó bastante tiempo en el área alicantina, donde la futura periodista vivió durante su adolescencia.

Carmen Porter e Iker Jiménez, una vez casados, coincidieron en la idea de presentar un programa de misterios por resolver, con guiones escritos por ellos mismos. Y a través de la cadena Cuatro, han logrado una excelente audiencia. Han metido la pata alguna vez. Les sucedió en el otro programa, "Horizonte", cuando la terrible DANA y un reportero simuló unas imágenes que no eran reales. Recuerdo que mucho tiempo atrás, también se ganaron un rapapolvo de muchos medios al rememorar la muerte del profesor Félix Rodríguez de la Fuente en Alaska, acaecida en marzo de hace cuarenta y cinco años, con datos equivocados que no sentaron bien a la viuda del llorado personaje. Pero insistimos en que por el tiempo que llevan en antena, la pareja ha superado esos errores, ganándose el interés de su audiencia.

Tal es la popularidad que han llegado a acumular que cuentan la anécdota siguiente: vivían en el centro de Madrid y a menudo se encontraban con admiradores que los esperaban a las puertas de su vivienda. Tomaron la decisión de vender esa casa, trasladándose a las afueras de la capital. Como han ganado mucho dinero, adquirieron un lujoso chalé donde ya no encuentran admiradores que les pidan un "selfie". Acerca de sus ganancias, son propietarios de dos empresas de comunicación que han facturado beneficios, temporadas atrás hasta la fecha, estimados en alrededor de ocho millones de euros. Investigar misterios resultan a veces un chollo.

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