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La batalla judicial millonaria de Katy Perry contra un empresario enfermo de 85 años llega a su fin

El juez obliga al empresario y antiguo dueño de la mansión a compensar a la artista con más de 1,8 millones de dólares.

Katy Perry | Cordon Press

La batalla legal de Katy Perry contra Carl Westcott, un empresario estadounidense discapacitado, parece haber llegado a su fin. La artista y su entonces marido, el actor Orlando Bloom, compraron a Westcott en 2020 una propiedad valorada en 15 millones de dólares en Montecito (California), una operación que se cerró rápidamente ya que la expareja estaba esperando el nacimiento de su hija y consideraban que aquella mansión era ideal para criarla.

Westcott, de 85 años, se arrepintió y días después intentó rescindir el contrato alegando una incapacidad mental, ya que en 2015 le fue diagnosticada la enfermedad de Huntington, un trastorno genético cerebral. Según defendió su abogado ante el juez, esto le impedía comprender con exactitud el contrato de venta que firmó porque se encontraba bajo el efecto de los analgésicos que tomaba tras una cirugía de espalda.

En diciembre de 2023, un juez finalmente falló a favor de Perry, argumentando que Westcott no había presentado pruebas convincentes de su incapacidad, sino que parecía ser un hombre "coherente, comprometido, lúcido y racional". La cantante presentó una contrademanda por 5 millones de dólares, alegando pérdidas por no poder alquilar la propiedad durante la batalla judicial: más de 2,2 millones de dólares por supuestos trabajos de reparación para restaurar la casa y 3 millones de dólares en costos legales, según el informe judicial al que tuvo acceso la revista People.

Ha sido esta semana cuando el juez Joseph Lipner del Tribunal Superior del Estado de California en el condado de Los Ángeles determinó que Westcott deberá pagar a Perry más de 1,8 millones de dólares por pérdida de los ingresos de alquiler. Esta cantidad incluye el valor del alquiler que la propiedad acumuló durante el período de cierre de venta (más de 2,7 millones), restando el valor del capital retenido (algo más de un millón de dólares) junto con los intereses perdidos de Westcott (casi 150.000 dólares). El juez también señala que como Bernie Gudvi, el gestor comercial de Perry que se encargó de la compra, pagó a Westcott solo nueve millones y retuvo los otros seis millones del precio de compra, ahora este puede deducir los 1,8 millones que se le deben de esa parte restante.

No está claro si Perry y Bloom se llegaron a mudar a la casa después de obtener acceso a ella en mayo de 2024, ya que apenas un año después, el matrimonio se divorció tras nueve años juntos. En la actualidad, Carl Westcott vive postrado en una cama recibiendo cuidados paliativos y su hijo Court exige una disculpa pública. "La imagen de una estrella pop millonaria exigiendo una indemnización cuantiosa a un hombre muy enfermo es terrible", escribió Abesi Manyando, una reconocida relaciones públicas estadounidense, en The Telegraph. "Esto no es solo una demanda, sino una narrativa de David y Goliat: una superestrella global con riqueza, recursos legales y poder de negociación contra un veterano anciano y en decadencia que ya perdió su hogar".

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