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John Travolta y el escándalo al saberse que su hijo Benjamín es bisnieto de Elvis Presley

Tras años de rumores sobre su vida privada, el artista encara un complejo lío legal que cuestiona la filiación biológica de su vástago menor.

Gtres

En estos últimos días de diciembre ha sucedido un gran escándalo que sitúa a John Travolta como responsable de un embrollo genético, al afirmarse que su hijo Benjamín, de once años, no es suyo ni de su esposa, sino que procede de unos óvulos de Riley Keough, nieta de Elvis Presley.

¿Cómo es que, transcurridos ya esos años del muchacho, ahora sale a la luz esa supuesta donación y filiación relativa a su descendencia del rey del rock and roll?

Comencemos por decir que se ha producido una demanda judicial interpuesta contra Navarone García, hijo de Priscilla Presley, y que también involucra al ex marido de la fallecida hija de Elvis, Lisa Marie Presley. En busca, se supone, de un acuerdo económico.

Y entonces, en este lío familiar qué papel tuvo en su día John Travolta. Si esa demanda responde a la verdad y Benjamín tiene por padre biológico a un pariente de Elvis, y no al protagonista de "Grease", ¿cómo y por qué sucedió esa donación de óvulos para que su esposa pudiera dar a luz a Benjamín?

Francamente, repito la palabra embrollo, no parece fácil entender por qué precisamente John Travolta pactó esa donación con la nieta del ídolo rockero y no lo hizo por otro conducto, ¿menos expuesto?

Hay que recordar que hace unos años, poco más de un decenio, en la prensa sensacionalista norteamericana comenzó a circular un bulo acerca de la sexualidad de John Travolta. El chisme lo señalaba como bisexual, que tenía o había tenido algún amante masculino. Cuando se publicó que había sido padre de un varón, el mencionado Benjamín, ya no hubo más comentarios al respecto. Nadie osó divulgar que era un homosexual. Y así su carrera cinematográfica seguía mostrándolo como un galán sin relación alguna con nadie de su mismo sexo.

Interesado en la carrera de su hija

Unas semanas antes de que estallara este escándalo que mencionamos, John Travolta ha pasado unas semanas en España para rodar la película "Black Tides", dirigida por Renny Harlin ("La jungla 2" y "Deep Blue Sea"), con el argumento de una familia que viaja por el estrecho de Gibraltar y unas orcas atacan la embarcación en la que navegan sus miembros. Para los exteriores, el protagonista de "Fiebre de sábado noche" y "Grease" estuvo en las Islas Canarias, concretamente en el poblado de Gáldar, durante los meses de septiembre y octubre, para concluir las siguientes tomas en las instalaciones del Parque Audiovisual de Cataluña, de Terrassa. En el reparto figura Ella Bleu, que no es otra que su hija, a la que adora y admira, porque ya ha intervenido en otras películas y además se gana la vida como modelo. Para John Travolta la presencia de Ella en su vida le reconforta de todas las desgracias que ha sufrido en la vida: las muertes todas a causa del cáncer de personas que ocuparon su corazón.

John Travolta y su hija Ella

El azote del cáncer en su familia

Si la fortuna como actor le proporcionó fama y dinero, en cambio, como decimos, su biografía íntima está presidida por muy duros episodios, a saber: el primero de ellos cuando su antigua novia, Diana Hyland, con quien tenía planes de boda, murió a consecuencia de un cáncer. Ella fue coprotagonista de una emotiva película, "El chico de la burbuja de plástico".

En 1978 fue la madre de John quien se fue de este mundo también por la invasión de otro cáncer en su cuerpo. Terrible sería lo que le sucedió a su hijo Jett, de dieciséis años tras sufrir un ataque epiléptico durante unas vacaciones familiares en las Bahamas, golpeándose la cabeza en la bañera del cuarto que ocupaba. Tenía autismo, padeciendo además el síndrome de Kawasaki, causante de frecuentes convulsiones. Mucho le costaría a John superar ese duro golpe, uno más, y decidió dar los pasos necesarios para crear una fundación con el nombre de su hijo muerto que velara por enfermos incurables como éste, ayudando así a los que sufren un fallo de sinapsis cerebral, como es definido científicamente ese mal.

Aún le esperaba al popular actor otro zarpazo del destino cuando su esposa, la actriz Kelly Preston también murió tras soportar severos sufrimientos por un cáncer mamario, en 2020. El matrimonio había tenido tres hijos. Fallecido Jett como hemos referido, quedarían dos: Ella, de veinticinco años en la actualidad, y Benjamín, de once.

Ella, insistimos, colma de alegría a John, sin que ello le suponga olvidarse del menor citado. Ha trabajado junto a su padre en ese filme rodado en España. No es la única vez que rodó junto a él y asimismo con su recordada madre. Aquella película fue "Old Dogs". Y ha compartido reparto con actores veteranos: al lado de Matt Dillon y Robert Williams en "Dos canguros muy maduros", y con Morgan Freeman en "The Poison Rose". Que Ella Bleu haya también desfilado como modelo varias veces, con bastante soltura cual profesional, no significa según ha declarado que se olvide de las dos vocaciones que tiene: la de ser actriz y cantante. Tiene pendiente otro rodaje, donde será hija de la actriz Helen Hunt.

Su pasión por los aviones

John Travolta, al ser preguntado por la carrera artística de su hija, ha dicho: "Yo no la he ayudado en nada, todo lo ha hecho ella por su cuenta. Hasta siente afición por pilotar un avión y ya se ha entrenado conmigo".

Sabido es que Travolta, al margen de su actividad cinematográfica como actor y productor, que lo ha convertido hace tiempo en millonario, tiene el carné de piloto y es dueño de cinco aviones, uno de ellos el Boeing 707 que compró a una aerolínea australiana.

Así, muchas veces volando, John Travolta piensa lo que fue su amargo pasado y procura a diez mil metros de altura vivir un presente dichoso y soñar siempre con un futuro próspero al lado de sus hijos. Casarse otra vez no está en esos pensamientos. No se le conocen aventuras sentimentales, y si las tiene, a sus setenta y un años, las lleva discretamente, pues no las conocemos. Su última película, sin contar la rodada en nuestro país, la estrenó hace tres años, "Paradise". Quizás la crítica no siempre lo ha tratado bien. Pero él, que ya gozó de la fama en aquellas dos películas musicales que citábamos al principio, no le importa mucho que lo olviden cuando se conceden los Globos de Oro o los Óscar.

Con la llegada de 2026, puede suponerse que lo que más le preocupa a John Travolta es resolver esos indicios publicados en la prensa norteamericana acerca de la paternidad puesta en duda de quien siempre ha sido considerado como hijo propio.

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