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Pablo Molina

Arturo Valls no merece estar 'Los Viernes al Show'

Ni Cristina Pedroche ni Arturo Valls merecen estar en un producto tan mediocre como Los Viernes al Show. Manel Fuentes, en cambio, sí.

Los defensores de los valores familiares lamentamos que Antena 3 haya decidido destrozar la velada del arranque del fin de semana, la que convoca preferentemente a padres e hijos frente al televisor, con un producto tan mediocre como Los Viernes al Show. Los que además de ser excelentes padres de familia consideramos, con buen criterio, que Arturo Valls es en estos momentos el segundo mejor presentador de televisión (el primero es Jesús Vázquez, a distancia inalcanzable de cualquier otro, por más años que pasen) estamos bastante molestos viendo cómo la única cadena que puede competir con garantías contra el Sálvame de Luxe de Telecinco nos deja sin otra opción que recurrir a los canales temáticos. Con lo bonito que era Me resbala, la apuesta de A3 para la noche de los viernes antes de que los genios de la cadena decidieran poner en antena el engendro actual...

Los Viernes al Show aburre soberanamente, lo cual ya tiene mérito estando Arturo Valls al frente del cotarro. Es cierto que a su lado está Manel Fuentes, un peso muerto capaz de hundir cualquier producto que caiga en sus manos, pero esta es la primera ocasión en la que el catalán no tiene la culpa, o mejor dicho, no tiene toda la culpa de que el programa sea una auténtica, enorme y aburridísima castaña.

Alguien en los despachos de Antena 3 tuvo una iluminación y, en pleno arrebato místico, decidió hacer un programa de televisión con entrevistas, música y sorpresas para el público. O sea, lo nunca visto en el medio. ¡Pero si eso ya lo hacían Valerio Lazarov y José Luis Moreno hace treinta años, por Dios! El programa de los viernes de Antena 3 es, de hecho, un híbrido mostrenco entre los programas de entrevistas de Pedro Ruiz y el Sorpresa Sorpresa de Isabel Gemio, que provocaba el suicidio de los aparatos de televisión, que no podían seguir reproduciendo más veces esa bajada de las escaleras del plató con su carpeta y su micrófono inalámbrico.

Los Viernes al Show es un programa que interesa muy poco, como demuestran las cifras de audiencia. Empezó con tres millones de espectadores y más del 18%, pero ya en la segunda entrega había perdido un millón de fieles. La última emitida, la número siete, había perdido otros 700.000.

La prueba de que el programa es bastante malo es que A3, para que la audiencia no se desplome del todo, ha tenido que echar mano de Cristina Pedroche, una todoterreno de la casa que con estos abusos acabará provocando serios empachos (quién lo iba a decir). Ni ella ni Arturo Valls merecen estar en un producto tan mediocre como Los Viernes al Show. Manel Fuentes, en cambio, sí. Los dirigentes de la cadena deberían obligarlo a presentar el programa en solitario.

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