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Los psiquiatras alertan de la "grave" deriva de Mónica García: "¿Es el Ministerio de Sanidad o el de Cienciología?"

Dicen que es falso que tomar psicofármacos reduzca la esperanza de vida y advierten del riesgo de que enfermos graves dejen de tomarlos por su culpa.

Dicen que es falso que tomar psicofármacos reduzca la esperanza de vida y advierten del riesgo de que enfermos graves dejen de tomarlos por su culpa.
La ministra de Sanidad, Mónica García | EFE

En una semana marcada por el órdago de Pedro Sánchez, las sorprendentes declaraciones avaladas por el Ministerio de Sanidad alertando de que los tratamientos con psicofármacos "a largo plazo matan" han pasado prácticamente inadvertidas. Sin embargo, los psiquiatras no están dispuestos a pasar por alto unas "peligrosísimas" aseveraciones que "no tienen base científica" y que "pueden alentar a muchas personas a abandonar el tratamiento con consecuencias potencialmente graves".

"Se sabe que hay unos 20 años menos de media de vida de las personas medicadas", aseguraba durante la presentación del nuevo Comisionado de Salud Mental Silvia García, formadora y asesora en esta materia, ante la atenta mirada y el aplauso de la ministra Mónica García, paradójicamente hija de psiquiatras. Ella misma recogía el guante, apostando por dejar de lado los fármacos para este tipo de enfermedades, porque, a su juicio, muchas de ellas se curarían si se solucionaran problemas sociales como el acceso a la vivienda o mejorando las condiciones de vida.

El temor de los expertos

"Encender las alarmas de esta manera es una ligereza que no puede tolerarse", asegura en declaraciones a Libertad Digital el doctor Manuel Martín Carrasco, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental (SEPSM), quien advierte de que, "en contra de lo que dicen, este tipo de afirmaciones aumentan el estigma hacia este tipo de enfermedades".

El experto reconoce que "quizás haya algún tipo de psicofármacos, en concreto las benzodiacepinas, que tienen unas tasas altas de prescripción", pero en lo que se refiere a antipsicóticos y antidepresivos estamos en "tasas adecuadas y necesarias". De hecho, revela que "el último informe de la Encuesta Nacional de Salud, refleja un aumento en la prevalencia de ansiedad, depresión e insomnio y las tasas de prescripción no han aumentado en la medida en que ha aumentado la incidencia de estos trastornos".

Su otro temor es que declaraciones como las vertidas desde el Ministerio puedan poner en peligro a muchos enfermos que, al escucharlas, puedan tener la tentación de abandonar sus tratamientos."Llevamos muchísimo tiempo luchando para que las personas con trastorno mental grave, y me refiero a personas con esquizofrenia, con trastorno bipolar o con depresión mayor, tengan un buen cumplimiento terapéutico para evitar recaídas, porque ese es uno de los grandes problemas a los que nos enfrentamos. Y sabiendo que el mejor predictor de recaída es el abandono del tratamiento, que desde el Ministerio se vierta la falsedad de que los fármacos les reducen 20 años de vida… ¡Es gravísimo! ¿Estamos ante el Ministerio de Sanidad o es el Ministerio de la Cienciología?", se pregunta indignado Celso Arango, director del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, que recuerda que la Cienciología ya ha sido denunciada por parte de las sociedades internacionales de psiquiatría ante los tribunales por verter precisamente este tipo de afirmaciones.

"Que, desde el Ministerio de Sanidad, que en teoría hablan de la lucha contra la pseudociencia y las pseudoterapias, se viertan comentarios y frases que atentan contra la salud pública es inconcebible, inaudito. Si me lo hubieran dicho antes de que sucediera, no me lo hubiera creído", insiste. Es más, tal y como subraya, lo que demuestra la evidencia científica es que los pacientes con trastorno mental grave que toman la medicación viven más, y que el tratamiento reduce el suicidio, aumenta la esperanza de vida y mejora la calidad de esta.

En la misma línea se manifiesta también el presidente de la SEPSM, que asegura, además, que los estudios demuestran que, en muchos casos, lo realmente peligroso es no tomar medicación alguna, como sugiere el Ministerio de Sanidad. "Las personas con un primer episodio psicótico debido a la esquizofrenia, por ejemplo, que tardan seis meses en tomar un tratamiento sufren cambios estructurales en su cerebro", advierte.

La "instrumentalización política" de la ministra

Junto a las peligrosas afirmaciones acerca de la mortalidad, Celso Arango denuncia además la "instrumentalización política" que al mismo tiempo hace la ministra Mónica García, que aseguró que muchas enfermedades desaparecerían si mejorase el acceso a la vivienda o la calidad de vida. "Decir que la salud mental es un problema del capitalismo y de la presión que viven los trabajadores es sencillamente absurdo, porque entonces lo que cabe preguntarse si en los países que no tienen problemas sociales, que no tienen paro o que no tienen problemas de vivienda, no hay trastornos mentales, porque si fuera así no los tendrían, ¿no? Y claro que los tienen", apunta.

"Es más, hay países no tan desarrollados que tienen mejores tasas en cuanto a algún tipo de trastorno, o sea que eso es una simplificación excesiva -coincide Martin Carrasco-. Es verdad que hay situaciones de adversidad social, como las crisis económicas, que inciden negativamente sobre la tasa de enfermedades mentales y, por lo tanto, aplicar medidas para reducir el desempleo, por ejemplo, puede resultar beneficioso, pero de ahí a hacer una simplificación como la que ha hecho la ministra y pensar que así se resuelven todos estos problemas hay un abismo".

Además, desde la Sociedad Española de Psiquiatría alertan del peligro de confundir el malestar con las enfermedades graves. Aunque para Celso Arango, en ese caso, el modo de proceder debería ser otro: "Si tú consideras que esto no es una enfermedad ni un trastorno… ¿Qué haces hablando de esto en el Ministerio de Sanidad? O sea, lo que no me puedes decir es una cosa y la contraria: si no es de Sanidad, no es de Sanidad; entonces, nombra a una socióloga que dependa del Ministerio de Asuntos Sociales y ahí lo debates".

La indignación del director del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Gregorio Marañón es más que evidente, porque, además, mientras Mónica García se centra en estas cuestiones, "ignora los problemas reales de la gente con trastorno mental grave, como el acceso al mercado laboral de las personas con esquizofrenia o trastorno bipolar, la detección tardía del autismo o el acceso de las personas con discapacidad intelectual a la educación", asuntos que ni la ministra ni sus acompañantes abordaron durante la presentación del Comisionado de Salud Mental. "Mientras se afirmaban cosas que carecían de base científica, no se habló de otras prioridades muy importantes como, por ejemplo, la escasez de profesionales y las listas de espera en Psiquiatría", añade Martín Carrasco. Con todo, tanto uno como otro insisten en la "gran irresponsabilidad" en la que el Ministerio de Sanidad incurre con este tipo de comportamientos.

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