Bizcochos hay de muchos tipos y con ingredientes muy diversos, pero pocos encontrarás tan jugosos como este bizcocho de naranja y avellanas esponjoso, casero y fácil. Sin duda alguna la pera tiene gran parte de la culpa y sigue estando jugoso aunque pasen los días.
Este bizcocho es perfecto para aquellos a los que les cuesta comer algo de fruta aunque, por supuesto, nunca va a sustituir a la ración que debemos comer cada día. Sin embargo, es un complemento perfecto para los momentos en los que apetece algo de dulce y preferimos tratar de cuidarnos.
Cuando estamos en temporada de naranjas es el mejor momento para preparar recetas con ellas ya que su sabor es el mejor y su precio también, ahora podemos encontrar cualquier fruta durante todo el año pero sin duda en junio es cuando las naranjas están especialmente ricas. En Libertad Digital siempre ofrecemos alternativas a la bollería del supermercado y, en esta ocasión, con un bizcocho de naranja fácil de hacer. No olvides coger papel y bolígrafo para no perder detalle de la receta.
Ingredientes:
- 250gr de harina de avena
- tres naranjas
- tres huevos de gallina
- 10 dátiles
- 30gr de avellanas crudas
- 16gr de levadura química en polvo
- una cucharada de aceite de oliva virgen extra
- una cucharada de yogur de coco
Preparación:
Lo primero que debemos hacer es pasta de dátiles, simplemente los dejamos a remojo en agua caliente durante unos 15 minutos y después los trituramos bien, si los hemos comprado con hueso antes de nada se lo quitamos.
A continuación batimos la ralladura de naranja con la pulpa cortada a trozos, los huevos y la pasta de dátiles.
Lo siguiente es mezclar la harina de avena con la levadura y, una vez lo tenemos, añadimos poco a poco y removiendo la mezcla anterior. Cuando lo tenemos añadimos también el aceite y, si queremos que sea más jugoso, una cucharada de yogur.
Ahora vertemos la mezcla en el molde que vamos a utilizar y espolvoreamos avellanas, realmente puede ser cualquier fruto seco que más nos guste, por encima. Ponemos ahora a precalentar el horno a 185ºC.
Una vez que tenemos el horno caliente solo nos queda meter el bizcocho durante una hora, vamos pinchando cada poco tiempo para ver si está listo. Luego simplemente nos queda dejar enfriar y disfrutar. Podemos decorarlo también con un poco de cacao en polvo o chocolate fundido.