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Platos típicos de la Comunidad de Madrid

Madrid se visita por sus calles y rincones para perderse pero se repite por su gastronomía: bocadillos de calamares, cocido, callos... todo manjares.

Madrid se visita por sus calles y rincones para perderse pero se repite por su gastronomía: bocadillos de calamares, cocido, callos... todo manjares.
Bocadillo de calamares | Flickr/CC/M.Peinado

Madrid es la capital de España, una ciudad cosmopolita donde se combinan las infraestructuras más modernas con su inmenso patrimonio cultural y con su deliciosa gastronomía, mezcla perfecta.

La comida típica de Madrid se compone de platos cuyo origen son principalmente productos frescos de la región como sus verduras o carnes para los platos de cuchara, guisos o frituras. También hay que destacar la importancia que tiene en el tapeo en sus bares, y es que la gastronomía es uno de los grandes atractivos de Madrid.

Madrid además tiene una peculiaridad y es que, cuando el rey Felipe II creó la ciudad decidió añadir algunas comidas que ahora son platos típicos de Madrid pero hasta el momento no se comían. Además, la capital también destaca por su olor a frituras, procedente de los churros, los calamares a la romana o las patatas bravas.

De entre las muchas recetas o comida tradicional, te mostramos los platos más típicos de Madrid que tienes que probar si visitas Madrid, tanto la capital como alguna de sus localidades.

Cocido Madrileño

Sin duda es el plato más conocido de toda la Comunidad de Madrid y, como ocurre con toda la comida tradicional, hay una base que es igual siempre pero cada hogar lo hace diferente. El cocido es uno de los platos más comunes en invierno por su alto valor calórico y consiste en tres partes: sopa, garbanzos y carne, que se presentan de manera separada. Su antecedente era la olla podrida, un plato que permitía aprovechar toda la carne y que era muy popular entre la población sin mucho poder adquisitivo.

¿Cuál es la base de un buen cocido madrileño? Lo más importante es que se debe preparar en una olla rellena de agua fría que tape todo el contenido que son carnes como jarrete y falda de ternera, gallina o pollo, panceta, morcilla y chorizo y huesos varios destacando el de jamón y el de caña blanco. Posteriormente, se añaden a la olla abundantes verduras, como repollo, zanahorias, puerros, patatas, y garbanzos que se habrán puesto el día anterior en remojo.

Una vez cocido todo, se separa el caldo, que se pone al fuego echando un puñado de fideos cuando hierve. El plato se sirve en tres partes, empezando por el caldo con fideos, tras el cual se sirven los garbanzos y verduras y, para terminar, las carnes.

Callos a la madrileña

Los callos son otro de los platos más tradicionales de la gastronomía del Madrid castizo. Cierto es que los callos se comen en varias regiones españolas pero la receta de Madrid tiene un toque especial. ¿Cuál es la diferencia principal? Por ejemplo, respecto a los callos gallegos, es que los gallegos incluyen garbanzos cocidos o, si los comparamos con los que preparan en Vizcaya, los madrileños no llevan pimiento choricero.

Los callos a la madrileña es un plato fuerte y muy difícil de introducirlo en paladares no iniciados. Aun así, si nunca has probado este exquisito plato te aseguro que merece la pena que le des una oportunidad.

Pero, ¿cómo se preparan los callos a la madrileña? Se cuecen varios tipos de carne de casquería, normalmente callos, pata y morro y se añaden otros ingredientes como panceta o jamón, especias y laurel. Una hora antes de que finalice la cocción se echan a la olla el chorizo y la morcilla.

Pero, para que tengan ese característico picante hay que preparar una salsa con ajos, cebolla y guindilla, esta se añade a los callos y la morcilla y el chorizo. Después se añade agua a la cocción y se deja hirviendo 20 minutos más.

Gallinejas

Las gallinejas son uno de los platos de casquería más típicos y castizos de la capital madrileña. De la preparación de las gallinejas resultan otros productos como los entresijos, los chicharrones, canutos, mollejas, zarajos o chorrillos, servidos en la misma fuente e incluso en bocadillos, como el típico madrileño de entresijos de cordero.

El origen de este humilde plato se remonta a 1950, siendo en la actualidad muy común comerlo como pincho o ración en la gran mayoría de bares y restaurantes de la capital madrileña. Además, en la fiesta de San Isidro es muy popular consumir esta receta.

Cabe destacar que actualmente las gallinejas son un producto que pocos bares y restaurantes, salvo los más castizos, ofrecen salvo en las fiestas populares. Antiguamente era un plato muy consumido por su bajo coste y su alto valor calórico.

¿En qué consiste este plato? Está compuesto por tripas de cordero. Se comen fritas, dejando que se frían en su propia grasa natural. Sencillamente, se espolvorean con sal y se sirven acompañadas de patatas fritas, que preferiblemente se freirán en el mismo aceite.

Potaje de garbanzos

Es uno de los platos más típicos del otoño e invierno madrileño ya que, junto con el cocido o los callos, son los más adecuados para entrar en calor. Recordemos el frío de la meseta española en inverno. Sin embargo, es más característico en cuaresma. El potaje de vigilia es un clásico de esta temporada y de la cocina madrileña, un típico donde los haya y que gusta mucho, no solo comerlo en Cuaresma sino todo el año.

Se trata de un potaje hecho con garbanzos, espinacas y otras verduras, como zanahoria, cebolla y tomate, además de laurel, perejil, ajo, pimienta, sal y aceite.

Para elaborar este plato se ponen a cocer los garbanzos en una olla, añadiendo más tarde el resto de ingredientes, excepto las espinacas, que se hierven aparte y se dejan escurrir. Una vez cocidos los garbanzos, se añaden las espinacas picada, y e retiran la zanahoria, la cebolla y una cucharada de garbanzos, que trituramos obteniendo un puré, el cual se añade a la olla de los garbanzos, removiendo bien todo. Se sirve con trozos de huevo duro por encima.

Bocadillo de calamares

Uno de los grandes platos típicos de Madrid que no puede faltar dentro de nuestra lista de los platos típicos de Madrid son los bocadillos de calamares auténticos de la cocina madrileña. A cualquiera que viene de fuera le puede resultar un tanto extraño, ya que es una combinación de pan con un calamar a la romana, pero desde que lo prueban confirman el por qué de tal tradición.

¿Por qué tiene tanta fama si es tan solo un bocadillo? ¿cómo se prepara? Se trata sencillamente de un bocadillo cuyo contenido son los calamares a la romana. Tomarse uno de ellos, acompañado de una cerveza, es uno de los muchos pequeños placeres que se pueden experimentar en la capital madrileña. Los alrededores de la Plaza Mayor y calles no muy lejanas albergan varios de los más afamados bocadillos de calamares de la ciudad.

Las tapas son un alimento perfecto para cualquier momento del día: desayuno, almuerzo, comida o cena. Entra tan bien que se puede comer a todas horas y si lo acompañamos de una cerveza fresquita y bien tirada, entonces el gusto está asegurado. Para que un bocadillo de calamares alcance la categoría de sublime se necesita buena materia prima, es decir, un pan de calidad tipo baguette o barra, de miga tierna y corteza crujiente y unos calamares frescos y de calidad.

Tortilla de patatas

La tortilla de patatas es un plato muy típico de Madrid, pero también del resto de rincones de España. Además de constituir un exquisito plato de cualquier comida, se consume mucho también como tapa o pincho, y la sirven en una gran mayoría de bares de nuestro país.

Consiste, sencillamente, en batir huevos y cuajarlos en una sartén junto con patatas previamente cortadas en laminas y cocinadas durante unos minutos. Se echa la tortilla en la sartén, dándole la vuelta, y cuando vemos que el huevo ha cuajado, se aparta del fuego. Muchas familias, de Madrid y del resto del país, cocinan este plato añadiendo cebolla, algo que es muy polémico en toda España. También va en el gusto de cada uno cuajarla más o menos, también enormemente polémico.

Patatas Bravas

Las patatas bravas es una de las tapas más típicas en los bares de Madrid y que consiste en unas patatas cortadas en trozos de manera irregular, fritas en aceite y acompañadas de una salsa normalmente picante, conocida como salsa brava.

Hay muchas recetas de patatas bravas, que varían fundamentalmente en los ingredientes utilizados. La salsa auténtica de las bravas no es una salsa picante de tomate sino una salsa o crema velouté, hecha sin tomate. La salsa ideal de una bravas es picante, pero no picante a rabiar, sino con un picante agradable y sabroso, que podéis aumentar o disminuir a vuestro gusto añadiendo más pimentón picante o una guindilla de cayena si queréis que vuestras bravas sean más potentes.

Caracoles a la madrileña

Se trata de unos caracoles cuya base es una salsa hecha a base de caldo de carne y embutidos de matanza, que debe quedar muy bien ligada y con un sabor picante.

Después de hervir los caracoles varias veces, se hace un sofrito de cebolla, ajo y guindilla, al que se añade jamón, chorizo y pimentón, dejando cocer un par de minutos más, pasado los cuales se añade tomate y se deja 15 minuto en el fuego. Añadiremos un majado hecho con ajo, comino y pimienta negra. Echaremos al sofrito agua de la cocción, y seguidamente los caracoles, dejando cocer hasta formar una salsa espesa.

Esta emblemática receta guarda su mejor secreto en preparar una buena salsa a base de caldo de carne concentrado con embutidos de matanza: jamón y chorizo, cebolla, vino, un toque aromático y picante.

Sopas de Ajo

Las sopas de ajo es uno de los platos mas tradicionales de la gastronomía madrileña y castellana. Se trata de una sopa con ingredientes muy sencillos ya que se preparara con ajos fileteados, que se saltean en una cazuela con aceite hasta que están dorados, añadiendo en este momento trozos de jamón. Una vez revuelto, se añaden unas rebanadas de pan duro, al que se le dan unas vueltas. Una vez retirada la cazuela del fuego, se espolvorea con pimentón, que puede ser dulce o picante, a gusto de cada cual.

Torrijas

Las torrijas es un postre típico tanto en Madrid como en otros muchos lugares de España durante la Semana Santa y que tiene su origen en el siglo XV para poder aprovechar el pan duro.

Sin embargo, ya en el siglo XIV se consumía como un modo de aprovechar el pan que se empezaba a poner duro. En Semana Santa era casi como un ritual, ya que nutría el cuerpo casi como un trozo de carne. Hoy en día, su consumo más distintivo es en festividades como la Cuaresma y Semana Santa.

Para elaborar una torrija, previamente tendremos que empapar el pan en leche caliente, que debemos dejar unas horas hasta que el pan se empape bien. Posteriormente el pan lo pasaremos por el huevo para posteriormente freírlo con aceite caliente. Posteriormente se le suele añadir azúcar y canela por encima.

Rosquillas de San Isidro

Las rosquillas de San Isidro son uno de los dulces más famosos de Madrid, siendo típico consumirlas durante la celebración de sus fiestas dedicadas al santo que les da nombre. Pueden ser de tres tipos: listas, tontas y las de Santa Clara. Se distinguen por los diferentes glaseados, uno es de limón, otro blanco y el otro no lleva glaseado.

Se trata de una rosquilla cuyos ingredientes básicos son: harina, huevo, levadura y azúcar. Se puede optar entre rosquillas que no llevan ningún baño, conocidas como rosquillas tontas, u otras a las que se ha dado un baño de azúcar fondant, que puede ser de diversos colores, y a las cuales se les da el nombre de rosquillas listas.

Huevos estrellados

Uno de los platos de la cocina típica madrileña y más fáciles de hacer es, seguramente, los huevos estrellados. ¿Cómo se preparan? Para su elaboración se fríen patatas y, una vez fritas, se retiran y se ponen a escurrir, retirando también el aceite. En la mima sartén, se echan las patatas otra vez y, seguidamente, se echan huevos y trozos de jamón, removiendo hasta que cuaje. Puede sustituirse el jamón por cualquier otro producto que nos guste, como chorizo, setas, espárragos, jamón...

Para que nuestros huevos rotos con jamón se conviertan en la mejor receta de huevos estrellados y una fiesta de sabor, necesitamos utilizar ingredientes de calidad, como unas patatas nuevas, huevos de gallinas camperas llenos de sabor, aceite de oliva virgen extra, y como el protagonista del plato es el jamón, hemos optado por un valor seguro y de calidad, jamón ibérico de Legado Ibérico.

Besugo a la madrileña

En la cocina madrileña también destacan los platos de pescados. El besugo a la madrileña, también conocido como besugo al horno, es un plato de pescado típico de la cocina madrileña. Acompaña a muchas festividades importantes. Este pescado azul se sirve acompañado de verduras, perejil, ajo, vino blanco y patatas.

Se trata de un pescado hecho al horno, que, aunque se consume durante todo el año, es muy típico de las fiestas navideñas. El pescado debe hornearse durante muy poco tiempo, tan sólo unos diez minutos. Se acompaña de verduras, un fumet hecho con las espinas del mismo pescado, algunas medias rodajas de limón.

Oreja a la plancha

La oreja a la plancha es otro de los platos de casquería más típicos para comer como tapa en bares de Madrid y que consiste simplemente en cocer previamente la oreja para después poner la oreja de cerdo a la plancha o sartén hasta que esta dorada para al final añadir un poco de perejil.

La oreja a la plancha es una de las raciones más típicas en los bares de Madrid, donde se profesa auténtica devoción por el plato. Sea al natural o adobada, acompañada o no por salsa brava, no hay aperitivo que se precie en el foro que no cuente con esta humilde delicia.

Aceitunas de Campo Real

La aceituna de Campo Real es la aceituna de mesa más conocida de Madrid, famosa por su aliño característico y que podremos degustar en muchos de sus bares y restaurantes de Madrid. Su secreto reside en el aliño: tomillo, hinojo, orégano y ajo y aromatizantes naturales opcionales, laurel, mejorana o comino, con las que cada productor le otorga un sabor y aroma particular desde hace más de 200 años.

Espárragos de Aranjuez

El esparrago de Aranjuez es uno de los productos más conocidos de la Comunidad de Madrid. Se caracterizan por su color verde intenso y por una gran ternura a la hora de comerlos. Puedes encontrar este esparrago preparado tanto a la plancha como al vapor y en platos como tortillas, revueltos o simplemente como guarnición a la plancha.

Bartolillos

Los Bartolillos son un dulce y postre típico de Madrid durante la Semana Santa. Son unos dulces con una masa muy fina y dulce similar a una empanadilla, que una vez rellenas de crema pastelera, se fríen en aceite. Se sirven espolvoreados con azúcar y si llegamos a consumirlos calientes estarán más ricos si cabe. Pese a que las teorías sobre su origen son variadas, ya fueran los romanos, los árabes o las monjas en los conventos del siglo XIX, este es uno de los postres más castizos.

Chocolate con churros

Uno de los desayunos más típicos en Madrid es el chocolate con churros y que podremos encontrar en la mayoría de las cafeterías de Madrid, por lo que es uno de los platos que tienes que probar si vienes a Madrid.

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