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Diferencias entre spa y balneario

Los spas y balnearios a menudo se confunden, son parecidos pero no iguales. ¿Cuáles son las diferencias? ¿Por qué se equivocan?

Los spas y balnearios a menudo se confunden, son parecidos pero no iguales. ¿Cuáles son las diferencias? ¿Por qué se equivocan?
Sauna privada de un spa. | Unsplash/HUUM

Spa o balneario son dos palabras que suena muy similares y que a veces se utilizan indistintamente cuando no se debería ya que la realidad es que un spa y un balneario no son lo mismo. El problema está en que se ha normalizado utilizar el mismo término para referirse a establecimientos con aguas que, sin embargo, no tienen siempre las mismas propiedades.

No se trata sólo de que spa suene más moderno y balneario como algo más antiguo, algo que es realmente así. De hecho, en la actualidad sigue habiendo muchos balnearios operativos, tanto en España como fuera, aunque es cierto que no tienen la misma vigencia turística que a finales del siglo XIX y principios del siglo XX.

Sin embargo, a pesar de que el uso de spas y balnearios va al alza y que el turismo wellness sigue aumentando a nivel mundial, aún existe una gran confusión entre spa y balneario, en buena parte debido a que sus fines son similares. En ambos casos se trata de conseguir con el agua el bienestar de la mente, el cuerpo y el alma y la mejora de la calidad de vida. Por tanto, los centros de bienestar, spas y termas se han convertido en objetivo de quienes buscan paz y serenidad.

Hay que dejar claro que, aunque ambos términos se utilizan indistintamente en ocasiones, existen diferencias significativas entre un spa y un balneario. ¿Qué es un spa y qué un balneario?

Un spa es un lugar que se centra en proporcionar tratamientos y servicios para el cuidado personal y la relajación. Los spas suelen ofrecer una variedad de servicios, como masajes, tratamientos faciales, envolturas corporales, manicuras, pedicuras y terapias de agua, como baños de hidromasaje o saunas. De hecho, los spas están diseñados para brindar una experiencia indulgente y relajante, y se enfocan en mejorar el bienestar físico y mental de los clientes.

Por otro lado, un balneario se centra más en la terapia y el uso de aguas termales para promover la salud y el bienestar. Los balnearios suelen ubicarse cerca de fuentes naturales de agua termal, que se cree que tienen propiedades curativas. Los tratamientos en un balneario están orientados hacia la hidroterapia y suelen incluir baños termales, chorros de agua, baños de barro, inhalaciones y terapias con algas.

Diferencias entre spa y balneario

Para resumirlo de manera muy breve, un balneario es un establecimiento cuyas aguas están consideradas mineromedicinales y declaradas de Utilidad Pública. Por tanto, se pueden utilizar en la aplicación de técnicas y tratamientos de hidroterapia con supervisión médica. Esto es lo que no sucede en los spas, un nombre que, por cierto, deviene de la ciudad belga de Spa, que era una ciudad balneario ya conocida por los romanos.

Por tanto, la principal diferencia está en que las aguas que utiliza un spa no tiene propiedades naturales o terapéuticas, ni provienen de manantiales naturales de agua mineromedicinal, aunque puedan contar con instalaciones de hidroterapia. Eso no quita que el tipo de instrumental, máquinas o cualificación del personal pueda ser parecido, ofreciendo distintos servicios de bienestar como masajes, saunas o piscinas de relajación, especialmente orientados más a virtudes estéticas y cosméticas.

  • El balneario utiliza aguas termales que nacen del interior de la Tierra con un determinado grado de temperatura, sus vapores y los lodos resultantes. Se trata de aguas particularmente ricas en minerales y gases preciosos para la salud de la piel, las articulaciones y las vías respiratorias. Combinadas con barro y arcilla son capaces de combatir la inflamación, la celulitis, el reumatismo y las arrugas, entre otras cosas. Y, por supuesto, proporcionan relajamiento y paz.

  • El spa se basa también en la hidroterapia, pero sus aguas no provienen de manantiales y no tienen tantas propiedades terapéuticas. Para que el efecto del agua produzca efectos estimulantes o relajantes es necesario añadirle estímulos térmicos, mecánicos o químicos que dan lugar a técnicas de hidroterapia en forma de chorros, cisnes, agua a presión, camas de agua, jacuzzis, baño turco, ducha emocional, ducha escocesa, sauna finlandesa, hamman, laberinto de piedras o el llamado camino de Kneipp que consiste en alternar pequeñas piscinas de agua fría y caliente.
  • Tanto los balnearios como los centros de talasoterapia deben estar en los lugares donde sea posible tener aguas termales naturales o agua de mar. En cambio los spas pueden situarse en cualquier lugar con solo suministro de agua y, por supuesto, las instalaciones adecuadas. Eso permite que la mayoría de los hoteles incluyan un spa entre sus servicios.
  • A día de hoy, existen varias versiones sobre el origen de la palabra Spa. La más popular dice que son las siglas del concepto latino "sanum per aquam", aunque hay quien opina que proviene de la ciudad belga Spa, muy conocida desde la antigüedad por sus baños de aguas termales con propiedades curativas y que eran frecuentados y alabados por la nobleza, y que acabó por extender su nombre a todos los establecimientos de similares características.

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