Una de las principales causas de los accidentes de tráfico es la fatiga y el cansancio que pueden estar causados por múltiples cuestiones como madrugar demasiado, dormir mal o realizar viajes largos sin descanso. Además, lo primero que hay que asimilar es que la lucha contra el sueño es siempre una batalla perdida. El cuerpo humano tiene un límite y llega un punto en el que los párpados empiezan a pesar más que las ganas de terminar el viaje.
Está claro que dormir bien y estar descansado es básico para circular seguro, pero ¿lo es todo? Hay muchos factores que pueden influir en el transcurso del viaje y que pueden potenciar el sueño, como por ejemplo, conducir por carreteras largas y monótonas, circular de noche, haber comido demasiado… Si uno siente que se va a dormir en el trayecto y no cree que pueda hacer nada por remediarlo lo mejor es buscar una vía de servicio o un arcén seguro para estacionar el coche y descansar. El motivo es que quedarse dormido al volante puede tener consecuencias desastrosas y es algo tan grave como que entre el 20 y el 30% de los accidentes están relacionados con el sueño y la fatiga. Pero, ¿Se sabe cómo combatirlos?
Conducir es una responsabilidad que requiere atención constante y concentración total. Sin embargo, la fatiga y la somnolencia son problemas comunes que pueden poner en peligro la seguridad en la carretera. Si uno conduce estando fatigado se aumenta el riesgo de sufrir un accidente de tráfico, por esta razón la DGT hace especial hincapié en la necesidad de dormir bien antes de un viaje largo y de realizar paradas a lo largo del viaje para recuperar fuerzas.
Además de estos dos principales consejos, hay muchas otras recomendaciones que se pueden aplicar durante la conducción para mantener la atención y alejar el cansancio.
- Descansar lo suficiente antes de conducir: hay que asegurarse de tener una buena noche de sueño antes de emprender un viaje largo, lo ideal es dormir 7-8 horas. El motivo es que estar descansado dará una mayor resistencia ante la fatiga.
- No ignorar la fatiga: Nunca hay que subestimar la importancia de descansar cuando se está fatigado. Por tanto, si uno siente que no puede mantener los ojos abiertos, lo mejor es detenerse en un lugar seguro, estacionar el automóvil y tomar una siesta corta.
- Conducir de día siempre es más conveniente que hacerlo de noche, aunque tanto en un momento como en otro es aconsejable realizar paradas cada dos horas o 200 kilómetros, para retrasar la aparición de la fatiga.
- Las horas más peligrosas para conducir son entre las 3 y las 5 de la madrugada y las 2 y las 4 de la tarde, por lo que lo mejor es evitarlas.
- Hacer pausas regulares: Realiza paradas cada dos horas aproximadamente, incluso si no se siente sueño. Hay que levantarse , estirar las piernas y respirar aire fresco.
- Nunca hay que confiarse en los trayectos más cortos, especialmente si son autopistas, ya que se puede sentir somnolencia.
- Durante la conducción no hay que adoptar una postura excesivamente relajada y hay que mantener la espalda recta y ambas manos en el volante. Una mala postura a la hora de conducir puede acarrear problemas físicos como lumbalgia, dolores cervicales y malestar. Esto puede potenciar la fatiga, así que hay que asegurarse de que se hace correctamente.
- Mantener una temperatura adecuada en el vehículo: Un ambiente demasiado cálido puede propiciar la somnolencia. Hay que asegurarse de tener una temperatura fresca y cómoda en el interior del automóvil. La calefacción excesivamente alta favorecerá la somnolencia y, si es necesario, habrá que abrir las ventanillas o encender el aire acondicionado.
- Aunque parezca una tontería, hay que elegir la música que acompañe durante el viaje. Lo mejor es evitar canciones muy relajantes y optar por algunas con más ritmo.
- Cuando se hace un viaje en carretera, hay que evitar alimentos que den lugar a digestiones pesadas. Lo mejor es decantarse por frutas y verduras, o una comida ligera.
- Hay que beber agua suficiente para evitar la fatiga muscular, que puede dar lugar a somnolencia.
- Las bebidas estimulantes o con cafeína deben tomarse con precaución, ya que pueden provocar efecto rebote.
- Cantar, charlar con el copiloto... Siempre manteniendo la atención a la carretera, ya que de lo contrario se podría recibir una multa.
- Refrescarse con agua la cara o utilizar toallitas húmedas es un buen método para reducir la fatiga.
- Tomar un caramelo o mascar chicle también ayuda a mantenerse alerta.
- Se pueden aprovechar las paradas para hacer ejercicios de estiramiento que mantengan el tono muscular, como mover la cabeza de izquierda a derecha y de arriba abajo, estirar los brazos...