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Modelos excesivamente delgadas ¿Hasta dónde vamos a llegar?

Las modelos continúan ofreciendo una imagen excesivamente delgada del cuerpo de la mujer. Las marcas siguen empeñadas en ese concepto.

La actriz Tara Reid | Cordon Press

La polémica en las pasarelas está servida. Si hemos visto que el concepto en el que se reconoce a la mujer fuera de las tallas a las que nos tienen acostumbrados a verlas desfilando parecía imponerse, todavía quedan muchas cuestiones por abordar para que el género femenino esté realmente representado. En este caso, en Francia se ha llevado a cabo un proyecto en el que hay que pasar una especie de test médico antes de poner ponerse ante los focos para asegurarse de que esa persona tiene un buen estado de salud y su imagen no va a reclamar un estereotipo que va en contra de los buenos hábitos de la alimentación. La medida ha causado polémica, como casi todas las que aparecen en este mundo, pero tiene defensores que señalan su utilidad.

Lo cierto es que por muchos desfiles de tallas grandes que veamos, por muchas marcas de moda que apuesten por elegir a modelos que las representen y no tengan una talla 34, la pasarela sigue reclamando cuerpos excesivamente delgados. Y el rechazo a todo aquello que no entra dentro de los estándares de la moda que se dicta a gran escala, parece ser rechazado por norma. Y eso es lo que hay que prevenir. Y si para eso hacen falta leyes, contratos o acuerdos dictados por el gobierno, creo que es necesario ponerlos en marcha.

La imagen de la mujer en el mundo de la moda no solamente se queda en esas fronteras, sino que sale de éstas y hace que en el mundo real se produzcan muchas contradicciones y que incluso se fomente, sobre todo entre las adolescentes, la necesidad de obsesionarse con el cuerpo hasta el punto de dañarlo cayendo en enfermedades alimentarias como la anorexia o la bulimia. Muchos estudios han demostrado que es precisamente esa imagen distorsionada de la mujer perfecta la que hace que la incidencia de estas dolencias sea mayor.

Tallas imposibles

Pero esa obsesión por atribuir a los cuerpos imposibles de muchas modelos de pasarela, que en ocasiones asumen dietas poco saludables, y que muestran incluso los huesos prácticamente al aire, la imagen de los ideales, hace que ocurran verdaderos absurdos que ponen en evidencia que no vamos por el buen camino. Jennifer Lawrence por ejemplo, una actriz que no podríamos decir tiene un cuerpo que se salga de esas exigencias, ha sido catalogada en innumerables ocasiones como una actriz gorda. En realidad, la chica se mantiene en buena forma, y por las imágenes que seguramente habrás visto de ella en multitud de galas, no creo que supere una talla 38. ¿Gorda una talla 38? En un mundo en el que lo habitual es una 34, la realidad es tan dura como ésta.

No es el único caso. Aunque con diferente resultado, la modelo y blogger Chiara Ferragni mostró una evolución de su figura realmente preocupante. De hecho, en sus primeras imágenes mostraba un cuerpo saludable aunque delgado. En las últimas apariciones, tanto en la red como en eventos físicos, se le ha visto muy delgada, con una cara mucho más chupada de lo que realmente la tenía en los que deberían haber sido los mejores tiempos. Cosas del guión de la moda de pasarelas que deberíamos cambiar. A como de lugar. Ya no es una cuestión de gustos estéticos, ni de metabolismos, es una cuestión de salud y de entender que cada mujer es un mundo. ¿Por qué en una pasarela no podemos ver esa realidad del cuerpo de la mujer reflejada? Las marcas que lo han intentado han conseguido muy buenos resultados y creo que va siendo hora de que se transforme en norma.

Otra de las cuestiones que habría que subsanar ya es el tema del obsesivo abuso que se hace del cuerpo de la mujer en prácticamente todo el mundo de la publicidad y lo cual está totalmente relacionado con lo anterior ¿De verdad para vender una bebida necesitamos que una chica aparezca casi desnuda en un anuncio? ¿Tendría el mismo efecto si cambiamos a la mujer por un hombre? En el mundo de las pasarelas masculinas también se dan problemas relacionados con la delgadez, pero no hasta el punto de lo que ocurre en la moda femenina. De hecho, ellos tienen en muchos casos músculos que prueban que se cuidan, pero que no se obsesionan con una alimentación raquítica que les hace prácticamente estar en los huesos. ¿Llamamos al cambio a las marcas para que de una vez nos escuchen?

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