Iker Casillas y Sara Carbonero han regresado a Madrid temporalmente para que el guardameta pueda recoger la Gran Cruz de la Orden del Mérito Deportivo de manos de Mariano Rajoy. La pareja ha llegado al Palacio de la Moncloa para el acto oficial pero, como era de esperar, ha sido ella -embarazada de su segundo hijo- quien ha acaparado todas las miradas.
Ataviada con un elegante y ajustado vestido beige, de manga francesa y apertura lateral, Carbonero complementó de manera muy sobria el conjunto con unos anillos y unos pequeños pendientes, además de un maquillaje elegante y bastante sobrio. El pelo, suelto, estaba peinado con algunas ondas suaves. A modo de remate, las uñas de Carbonero iban a juego con su bolso granate. Discreta, pero cuidando hasta el último detalle.
Iker y Sara han comenzado una nueva vida en Portugal, donde él ha iniciado una nueva etapa profesional en el Oporto. Ambos presumen de haberse integrado a las mil maravillas en la ciudad lusa. De hecho, se habla de que Sara podría dar el salto profesional a la televisión portuguesa, habiendo recibido ya varias ofertas de trabajo.
Una medalla polémica no tanto por la pareja Casillas-Carbonero, sino por la presencia allí de Mariano Rajoy, en pleno apogeo del desafío separatista con Cataluña habiendo proclamado la República, y sin que el Ejecutivo que preside haya planteado más medidas que un recurso al Tribunal Constitucional.