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Consejos para cuidar la piel en otoño

El verano es una estación que maltrata mucho la piel, la llegada del otoño no es una tregua. Hay que cuidarla siempre, el calor y el frío malos amigos

El verano es una estación que maltrata mucho la piel, la llegada del otoño no es una tregua. Hay que cuidarla siempre, el calor y el frío malos amigos
facilitar, mujer, dormir | Pixabay/CC/office469

El otoño es la estación del año perfecta para ayudar a nuestra piel a renovarse tras todos los excesos sufridos durante los meses de calor y adaptarse a una etapa diferente: el frío. Durante los meses de octubre y noviembre las temperaturas moderadas permiten que la piel no se sienta tan agredida, pero adaptarse a los nuevos horarios, con menos horas de descanso y el cambio anímico experimentado por la vuelta al trabajo o a los estudios, son factores que pasan factura al cuerpo.

Lo que hay que tener claro es que durante todo el año hay que cuidar la piel, igual que el cabello y la salud en general, sin embargo los contrastes del calor y el frío son los que más dañan la piel. Cada época del año tiene un cuidado diferente, igual que cada franja de edad.

La piel es el órgano más extenso del cuerpo humano. Va sufriendo ligeras modificaciones en función de la estación del año, ya que su finalidad es ir adaptándose a las nuevas temperaturas con tal de protegernos. Esto es algo que debemos de tener en cuenta a la hora de seleccionar los distintos productos cosméticos que utilizaremos en nuestra rutina de belleza.

¿Qué cambios sufre la piel en otoño?

Durante el otoño, tras superar los meses de verano, la piel se encuentra especialmente deshidratada por las altas temperaturas vividas y las largas exposiciones al sol. Por este motivo, en esta estación toca reparar estos daños causados por la luz solar, ¿Cuál es el objetivo? Reparar los niveles de hidratación con el fin de fortalecer la piel.

Igualmente debemos de tener en cuenta que el invierno está a la vuelta de la esquina, y tanto las calefacciones como la bajada de temperaturas afectarán de manera notable al nivel de hidratación de la piel. Si el verano está marcado por la exposición solar, aquellas enfermedades de la piel que mejoran con el sol empeoran en otoño y viceversa.

Deshidratación, aparición de manchas causadas por la exposición al sol durante las vacaciones y alteraciones en la pigmentación son algunos de los problemas dermatológicos más frecuentes en otoño. Otro de ellos es el acné, normalmente gente que ha sufrido en la adolescencia y es propensa a ello. Junto a la dermatitis, y la xerosis, se suele agravar a finales de septiembre u octubre en aquellos que lo padecen. Por ello es muy típico que al acabar el verano aparezcan brotes de acné, e incluso rosácea.

¿Por qué suceden estos brotes? Con el cambio de estación, la piel reduce las secreciones de sebo y la transpiración, esto afecta al nivel de hidratación, propiciando que se reseque incluso llegando a aparecer la xerosis, lo que afecta a la barrera de protección natural de la piel frente a los agentes externos y causa picor e irritación. Sin embargo, todos estos problemas tienen solución con unos simples cambios y cuidados en casa. Por lo general, las rutinas del verano no sirven en invierno y hay que preparar la piel para el frío del invierno.

Consejos para cuidar la piel en otoño

  • Mantener la piel muy hidratada. Además de usar unos buenos productos hidratantes, hay otros tips que puedes seguir para mantener la piel hidratada y prevenir la aparición de problemas cutáneos.
  • Usar protección solar en otoño, de hecho, debería usarse los 365 días del año.
  • Evitar la higiene excesiva. ¿Por qué? Porque permanecer mucho bajo el agua caliente puede resultar relajante, pero perjudica mucho a nuestra piel ya que pierde la capa protectora y hará que luzca un aspecto deshidratado.
  • Duchas cortas y sin exceso de jabón. Las duchas deben ser cortas y con agua templada, y aplicarse el jabón solo en zonas íntimas y las axilas, sin abusar demasiado para que no se resientan. También es recomendable la aplicación de una crema hidratante cuando la piel todavía está húmeda, insistiendo en brazos y piernas, las zonas más expuestas al frío.
  • Beber agua. Es obligatorio para mantener unos niveles de hidratación acertados. Cercano a lo que el organismo necesita cambiar por 1,5-2 litros al día es lo que nuestro organismo necesita.
  • Cuidar la piel desde dentro. Con una dieta equilibrada y variada, rica en vitaminas, antioxidantes y ácidos grasos. El alcohol y el tabaco son los enemigos número uno a la hora de querer cuidar nuestra piel.
  • Descansar. La falta de sueño puede dañar la barrera protectora de nuestra piel. Por eso, es muy importante dormir, al menos, 8 horas todos los días.
  • Cambiar el limpiador facial. Durante los meses de otoño la piel ya no suda tanto como en verano, por lo que se puede recurrir a un tónico con menos sustancias químicas y más remedios naturales. Las aguas micelares pueden ser una buena opción, ya que se sienten ligeras sobre la piel.
  • Exfoliar el cuerpo con regularidad. Los agentes externos como el clima producen la acumulación de células muertas en la piel, que no ayudan si queremos mantener la piel sana y cuidada. Es necesaria una rutina de exfoliación corporal al menos una vez por semana, con un exfoliante suave que no irrite la piel. Debe contener ingredientes nutritivos, como el aceite de oliva o la vitamina E, y tener una textura preferiblemente cremosa y suave que se transforme en líquida al contacto con el agua.
  • Hidratación adecuada. Además del cuidado a nivel externo, es fundamental beber mucha agua para mantener la piel hidratada. La cantidad recomendada es de 8 vasos de agua al día, aunque se puede combinar con infusiones como el té verde, la manzanilla o el té blanco. Así mismo, es aconsejable evitar el consumo de cafeína y alcohol, ya que pueden tener un efecto deshidratante.
  • Vitamina C. Para prevenir la oxidación y el tono cetrino que adopta nuestra piel en otoño y devolverle la luminosidad que tanto echamos en falta.
  • Tratamientos de luz pulsada o PL. Que nos ayudan a eliminar manchas, a igualar el tono de la piel, a cerrar el poro y, una vez más, a estimular la tan necesaria síntesis de colágeno.
  • Antioxidantes. Con el fin de evitar que nuestra piel envejezca de forma prematura, debemos protegerla con estos ingredientes de la polución y el estrés.

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